El encuentro se centró fundamentalmente, dada la urgencia, en el brote de rabia que tenemos en la ciudad. Una situación que requiere de actuaciones de emergencia que nos ayuden a salir del estadio 1 y a no llegar al estadio 2 de rabia, lo que supondría inmediatamente el sacrificio de todos los animales callejeros, incluidas las colonias felinas.
Desde la Dirección General de Protección Animal, se han aportado una batería de recomendaciones a la Consejería de Salud Pública del Gobierno de Melilla, solicitado por Francisca Maeso, además de ofrecerle dos técnicos del Ministerio de Ione Belarra para ayudar a poner en marcha estas y otras medidas que fueran necesarias. Con todo ello, la consejera ha optado por no hacer nada, quedarse cruzada de brazos y mirar para otro lado.
Desde Podemos Melilla, consideramos que no es el momento de pedir dimisiones sino de hacer propuestas, si dimite ahora puede ser bueno para ella y para su partido pero no para la protección de los derechos de los animales, porque su dimisión ahora supondría que mientras se cambia y no se cambia, pasa el tiempo, no se hace nada, podemos pasar al nivel 2 de rabia y tener que sacrificar a todos los gatos callejeros de la ciudad y lo que hay que dar es una solución ya que, no es el cese, sino poner en marcha todas las herramientas que tiene a su alcance y lograr que salgamos de este brote de rabia.
Las medidas que aportó el Director General, Sergio Torres, y que apoyamos íntegramente son:
Es fundamental cerrar el cerco a cualquier caso de rabia que pueda aparecer.
Las organizaciones animalistas de Melilla nos transmiten que tienen miedo de lo que pueda pasar y reclaman soluciones y explicaciones claras de Francisca Maeso. Desde Podemos Melilla, nos hacemos eco de sus demandas y pedimos a la consejera que dé una rueda de prensa respondiendo a todas las cuestiones.
Por nuestra parte, aportamos una batería de medidas, ofrecemos nuestra colaboración y pedimos a toda la ciudadanía melillense preocupada por la situación que reclame al gobierno de la ciudad que se ponga a trabajar y cumpla con las funciones que tiene encomendadas