Los trabajadores del camposanto encontraron las lápidas destrozadas y, sorprendentemente, restos humanos esparcidos por el suelo, fuera de sus sepulturas, lo que les llevó a dar la voz de alerta.
El Cementerio Municipal permaneció ayer cerrado debido a estos acontecimientos.
Por otro lado, esta mañana la Guardia Civil ha tomado muestras de huellas dactilares y otros restos que serán útiles para la investigación.
La jueza de guardia ha llegado al camposanto y, tras verificar que los restos profanados no han sido mezclados con otros y permanecen junto a su sepultura, ha dado la orden para que sean nuevamente colocados en sus tumbas.