Con todo esto a nadie debe extrañar que el auto de apertura de diligencias contra la esposa de Pedro Sánchez haya sido recurrido en apelación directa por la Fiscalía Provincial de Madrid.
Estas diligencias previas se inician a raíz de una querella presentada por la organización Manos Limpias, en el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid cuyo titular es el juez Juan Carlos Peinado, padre de una concejal del PP en Pozuelo que decidió abrir una investigación contra Begoña Gómez el pasado 16 de abril.
Como decimos esta querella se basaba en informaciones periodísticas sobre las relaciones laborales de Gómez con empresas subvencionadas o rescatadas por el Gobierno. Noticias que el propio impulsor de la denuncia, Miguel Bernad desconoce si son o no verídicas y que el juez no se ha dignado en verificar.
Y como el descrédito de la querella ha venido creciendo como una bola de nieve parece patente que Manos Limpias vuelva quedar en evidencia, en un comunicado, ha admitido que su denuncia se basa únicamente en información de los medios de comunicación y que la veracidad debe ser confirmada por el juez, al que le ha traspasado el marrón.
Un juez que más parece haber sido elegido a la carta, por Bernad y al que puede versele el plumero después de que el Ministerio Público haya solicitado la revocación del auto recurrido y el archivo del caso.
Este recurso de apelación directa se dirige a la Audiencia Provincial de Madrid, evitando al juez instructor, que fue el que abrió el caso una semana después de que Manos Limpias presentara la querella sin informar a la fiscalía, que es la que tener conocimiento de la misma y estudiarla no aprecia ningún posible delito en las actuaciones de la esposa del presidente.
Gabriel Sánchez Ogayar