El Presidente del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Comunidad Valenciana, Matías Alonso, ha expresado su “gran satisfacción” por la aprobación en el Congreso de los Diputados del Proyecto que tras el trámite parlamentario siguiente dará lugar a la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática.
Para Alonso “esta ley certifica el compromiso del Gobierno con las víctimas del odio y la intolerancia con las que el franquismo sembró cunetas y barrancos por toda España. Pedro Sánchez cumple su promesa de hacer de la memoria una política de Estado asumiendo los principios de Verdad, Justicia y Reparación y garantías de no repetición que pide la ONU y la Jurisprudencia Internacional sobre los DD.HH. Son palabras que nunca soñé que vería escritas en una Ley española” asegura Matías Alonso.
“Nos alegra enormemente que por fin el Estado asuma directamente la búsqueda, exhumación e identificación de aquellas víctimas que el aquel Estado causó durante décadas; es lo justo” asegura el Presidente del GRMHCV. Resalta la gran importancia de que “por fin, la Memoria Democrática se introduzca en escuelas e Institutos; será largo pero hay que acabar con la ignorancia de generaciones de la reciente Historia de España, caldo de cultivo por donde se mueven fascistas e intolerantes promoviendo de nuevo la violencia” Alonso recalca: “muchísimos jóvenes ya no saben quién era Franco ni el daño que causó a España con una represión que alcanzó incluso a muchas familias de quienes lo ignoran. Hay que enseñarles simplemente algo tan simple como que el fascismo es malo, que ser franquista es malo porque son ideologías de odio que tarde o temprano conducen a la violencia y la sangre”.
“Esta Ley asume reivindicaciones como redefinir Cuelgamuros y evitar que siga siendo escenario de exaltación franquista sino al revés, lugar de pedagogía democrática y recordatoria de la maldad que asoló España durante décadas. Deja claro que se va a trasladar a Jose Antonio del lugar inmerecido que ocupa ahora y reconoce el derecho a las exhumaciones en aquella inmensa fosa común” continúa Alonso, resaltando que “también esta ley retira honores y medallas a torturadores y títulos nobiliarios que otorgó Franco”. “Se abrirán archivos públicos y privados” algo que el memorialista resalta como una gran ayuda para investigadores y familias.
Alonso concluye con otros dos grandes avances: “por fin se creará un Banco Estatal de ADN coordinado con otros Bancos autonómicos... es muy triste que vayan desapareciendo los familiares más mayores sin poder dejar su ADN bien custodiado; el Banco Estatal garantiza este derecho sobre todo en aquellas Comunidades donde no se cree su Banco en aras de igualdad”. El otro es que la nueva Ley cuente con un Cuerpo sancionador como pidió repetidas veces Matías Alonso.”uno de los mayores defectos de la Ley 52/2007 es su evidente buenismo; hemos sufrido muchos episodios de abierta hostilidad hacia la Ley y hacia las víctimas que no han supuesto ningún coste a sus perpetradores; esa impunidad se acaba” advierte Alonso, que concluye “hasta ahora lo normal era manifestar que estoy satisfecho... hoy, por primera vez en muchos años estoy contento, en primer lugar por las víctimas más ancianas que conocieron vivos a los de las cunetas y jugaron en sus rodillas, y después por el gran paso hacia la normalización de España en el panorama internacional de los DD.HH”
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