ENTREVISTA A PEDRO ALBENTOSA

Pregunta.-¿Quién es Pedro Albentosa?

Respuesta.-¡Vaya pregunta! Eso quisiera saber yo, pero a grandes rasgos y etiquetando, un artista multidisciplinar, con corazón de poeta y bastante payaso, espíritu guerrero y alma de colibrí, que por poco sucumbe al empoderamiento de los mediocres. Hijo de un magnífico Poeta alicantino, que pese a haber nacido en la Ciudad Condal se siente profundamente español y sobre todo, aguileño. Licenciado en Arte Dramático en la ESAD y Doctor por la UMU con una tesis sobre la vida y obra de su progenitor. También Diplomado en Interpretación Cinematográfica, cantautor, eventual director de piezas audiovisuales y hoy por hoy contínuo colaborador y creador de eventos culturales.

Hace unos días vivimos una entrañable velada en el Casino de Águilas junto a Benito Rabal, en la que se proyectó su documental “Paco, mi padre”, para luego comenzar un debate abierto sobre el futuro del cine en esta tierra. Esta actividad se halla entroncada dentro de un ciclo, ¿no es así?

P.-¿Me puedes decir algo más sobre ello?

R.-Claro. Es un ciclo que nace de la colaboración entre el Casino y el Cine-Club de Águilas, el cual he tenido el gusto de organizar. Lo titulé “El cine en Águilas. Historia y desafíos”, ya que se trata de un acercamiento a la huella cinéfila impresa en nuestro pueblo, no sólo por la veintena de películas que se han rodado en él o que constatando nuestro vínculo, naciera aquí el gran actor Paco Rabal, sino también por las condiciones geográficas y climáticas idóneas y la diversidad y belleza de sus paisajes y construcciones, tanto así como de las poblaciones circundantes, lo cual lo convierte en un entorno ideal para rodajes y por otro lado es impensable que no tengamos nuestra Semana de Cine, albergando estas condiciones y además siendo un lugar turístico y visitable.

Y de ahí viene lo de “desafíos”. Esta es una semilla para afrontar y remover el hecho e intentar direccionarlo para que dé frutos. Y aprovechando la frenética actividad que viene desarrollando el Casino a lo largo del presente verano, frente al parón casi generalizado de las instituciones oficiales, y el perfecto entendimiento que tengo con su Gerente, la excelente técnico cultural Clara Sánchez Baldó, pues et voila. Y aunque hemos tenido todo tipo de impedimentos, como corresponde a estos tiempos que (más que corren vuelan) parece que el barco ya ha desplegado sus velas y se le ve surcando el rumbo más allá de la bahía y de este pseudoapocalipsis de chichinabo.

Qué emocionante y bonito ha sido ver a Benito Rabal tras decir que él ya ha había tirado la toalla y al tiempo vislumbrarlo emocionado, ofreciéndose como una puerta abierta , por el pequeño rayo de luz que era reabrir el tema.

P.-Cuéntanos algo del Cine-Club

R.-Fue una iniciativa, un calentón de mi querido amigo Francisco Pérez Fernández, que estaba harto de tener que desplazarse al Cine-Club de Lorca y un día me dijo: ¿por qué no podíamos crear uno en Águilas, como ya tuvimos en el pasado? Y yo, que me gustan las empresas quijotescas, me uní rápidamente al plan. Y así comenzó la Asociación “El Club del Cine”, cuyo objetivo era principalmente pedagógico. Crear una programación de cine culto de todos los tiempos y nacionalidades en versión original subtitulada, a ser posible en un espacio público, como un simple anexo de la biblioteca.

Desde nuestro punto de vista películas y libros son primos hermanos en esto de propagar la Cultura. El resultado es que tras mucha paciencia y perseverancia llevamos programando siete años en el nSalón de Actos de la Casa de Cultura “Francisco Rabal”. Hasta ahora hemos visionado unas trescientas películas y aprendido de la Historia del Cine ya que siempre presentados una presentación introductoria; el caso es que con la actual pandemia se cortó de pronto, pero sabemos del interés de nuestro Ayuntamiento por esta actividad y esperamos poder restablecer en breve este proyecto, que por cierto es mucho más ambicioso de lo que hemos conseguido hasta la fecha.

P.-¿Ah, sí?

R.-Sí. Nuestro objetivo, entre otros, a parte de traer directores y gentes del cine, era acercar toda esta cultura cinematográfica a los más jóvenes para que pudieran tener buenas referencias del pasado. Hubo varios intentos en ese sentido pero no llegó a cuajar, quizá porque falta conectar a las diversas estructuras en pos de un trabajo serio y de calado, y para ello es necesario aunar esfuerzos sin caer en partidismos, ni luchas de poder, dejando en manos de los expertos en Cultura y los artistas los proyectos, apoyándolos activamente, lo cual implica el sentarse y debatir aportando ideas o servir de enlace para que la comunicación entre grupos, espacios y demás sea más fluida y por lo tanto fructífera.

En España, lo digo por experiencia personal como actor, músico e hijo de Poeta, la Cultura se halla bastante desprotegida y descuidada desde siempre y en muchas ocasiones sectarizada. A veces encuentras algún concejal que sabe hacer su trabajo en este sentido, pero no es lo habitual. Algunos tienen cierta preparación, pero eso no significa que sepan lo que es la Cultura ni como funciona. Muchas escenas berlanguianas he tenido que ver. En este aspecto los políticos están usurpando el lugar de los técnicos. Otras veces, gracias a Dios, saben delegar en alguien diligente en la materia.

Muchos de los grandes eventos, tipo festivales de cine, nacen de iniciativas propias y en esto la sociedad civil tenemos mucho que decir y también una gran responsabilidad. No podemos pedirle a la Administración que sean más creativos de lo que son, pero sí que faciliten y apoyen las buenas iniciativas, y no con migajas (que suele ser lo habitual), como si fuera una obligación (que lo es), sino también con un trabajo en conjunto enriquecedor. No digo que no se dé, pues en nuestra región tenemos buenos ejemplos de excelente gestión cultural, pero creo que falta unión entre todas las partes y existe cierta dejadez por la falta de un sentido más elevado y a la vez pragmático. ¿Qué haríamos sin memoria? ¿Sin las conexiones o puentes entre neuronas? Pues lo mismo nos pasa a nosotros. La Cultura necesita de esos puentes entre individuos, grupos, y estructuras para no caer en el olvido y al mismo tiempo precisamos de ella para no olvidarnos de quienes somos.

P.-¿Algo más?

R.-Podría estar hablando sin parar, soy una metralleta, un peligro, pero con balas de amor, jejeje, pues aprovechando el contexto epidemiológico decir que una de las cualidades del Arte, y a esta conclusión llegué tras varios trabajos en teatro y video con mi amigo el director Joaquín Lisón, es la der limpiar, desinfectar y dar brillo a toda la mierda, con perdón, que se esconde debajo de las tablas, pero que no deja de latir en las sombras como ese corazón delator del cuento de Poe. Ya lo dijo Lorca: no he venido al teatro a iluminaros con el artificio de los focos, sino a romper el techo y que el sol queme todo lo falso e impuro, o algo parecido. Lo digo porque en estos momentos la limpieza y la desinfección son extremadamente importantes.

P.-¿Futuros proyectos?

R.-A parte de ser feliz con lo que tengo, y seguir creciendo con los proyectos ya emprendidos, que son unos cuantos, tengo entre ceja y ceja el hacer cine en mi querido pueblo, que tiene en potencia un caldo de cultivo cultural muy alto, pero hay que montar estructuras para que esto florezca. Ahora estoy subtitulando un sketch humorístico semiimprovisado que colgué recientemente en Youtube, titulado “Spanish Joker” y preparando un taller para rodar habitualmente, que se desarrollará en nuestro precioso Casino. También quisiera pegarme algún que otro baño, jejeje.

Jerónimo Martínez