Magdalena Cantero se dedicó a su promoción personal mientras el Coronavirus infectaba por falta de medidas la residencia que dirige.

Como han venido comprobando hace algún tiempo que no dedicamos una columna a la señora Cantero, no por interés hacia su persona sino por su gestión, pero hay novedades y hemos decidido hacerlo.

Nuestra intención es hacer lo que nos corresponde a los que tenemos la responsabilidad de informar, que es hacerlo con seriedad, intentando llegar a la verdad en temas que nos parecen muy serios como son la gestión del Consejo Social de la UAL o de la Asociación Contra el Cancer.

Nos enteramos de su cese en el Consejo Social de la UAL, y de su nuevo cargo en la AECC pocos días después, por los periódicos locales mediante una extraña información blanca que no profundiza, que no explica él porque de las cosas, y que omite para favorecer.

Los que hemos indagado en la trayectoria profesional de la protagonista sabemos que hay mucho que decir y muchas verdades detrás del blanqueo de esa imagen que asombrosamente muchos se esfuerzan en hacer.

Su paso por el Consejo Social de la UAL no ha sido un camino de rosas, en solo un mandato de cuatro años, cesó dos veces a la secretaria del Consejo, dos profesionales reconocidas y de impecable trayectoria profesional. Nos da la impresión de que no está cómoda con personas brillantes a su lado que le puedan hacer sombra a ese brillo infinito que ella irradia. Se ha cuestionado la gestión del presupuesto de ese órgano y se han criticado la utilización del mismo para su promoción personal invirtiendo en actividades que a ella la pusieran en el candelero pero de dudoso interés para el Consejo Social de acuerdo con sus competencias y funciones, y todo ello, se dice en círculos políticos, con un objetivo claro: su intento de llegar a ser candidata a la alcaldía de Almeria. ¿Lo tendrá pactado con José Luis Sanchez Teruel?.

Y que decir de su paso por la que fuera calificada como una de las mejores residencias de ancianos de Andalucía antes de su llegada y por la que han desfilado tres administradores, se han dado de baja gran parte de los trabajadores, otros se niegan a incorporarse bajo sus ordenes a pesar de estar en paro, residencia que hoy por desgracia es cabecera de todos los informativos.

Como ya saben Magdalena Cantero que fue cesada del cargo desde el que ella se proyectaba, no podía quedarse huérfana de notoriedad en la sociedad almeriense. No sabemos o sí, de que manera urdió su candidatura a la Asociación contra el Cancer. Por el momento ahí esta ella, en la base del altísimo listón que ha dejado Don Francisco Valcarcel, puesto que utilizará como trampolín para seguir escalando hasta ese puesto político que tanto ansía.

Pero dicho esto es necesario analizar lo que ha sucedido en la Residencia de Ancianos del Zapillo y que razón ha habido para que una de las mejores residencias de Andalucía antes de la llegada a la dirección de la señora Cantero se haya convertido en noticia a nivel nacional obstentando el record de ser la residencia española con mayor número de infectados en tanto por ciento, al número de internos.

67 contagiados por coronavirus tal y como informó la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía en su informe del sábado, 15 de agosto. Contagios que se producían mientras su directora "hacía las Américas" por numerosos despachos de Andalucía, en pro de su promoción personal, ausentándose numerosas veces del centro de trabajo que dirije por no se sabe bien qué méritos. Primero lo hizo para visitar la consejería de educación, despachos de la universidad y organismos oficiales de Sevilla, con el objetivo de que la mantuvieran en su puesto como Presidenta del Consejo Social de la UAL. Luego una vez cesada haciendo lo propio por Almería hasta conseguir ser nombrada presidenta de la Asociación contra el Cancer.

Ese dicho de " gusta más un cargo que a un tonto un lápiz" les ha salido muy caro a los trabajadores y residentes de la Residencia de Ancianos del Zapillo.

Si bien el virus ha llegado como a otros tantos centros, en la residencia de El Zapillo se ha debido en gran parte a la mala gestión y dejadez de su directora que ha ocupado su tiempo en "otras labores" más placenteras a su ego, descuidando aquella labor por la que cobra de la administración. Para muestra estas declaraciones recogidas por Nuevodiario: " Magdalena vuelve a distraer su atención del centro de trabajo, del que cobra,con unas personas muy frágiles que como siempre le importan mucho menos que sus otros cargos". y añade " Algo así dicho en bonito, como tu sabes.

Los datos son alarmantes, de los 67 contagiados hay 47 residentes y 20 trabajadores, trabajadores que por cierto no han contado con los equipos de protección apropiados para protegerse o evitar contagiar el virus a los ancianos residentes, muestra de ello es esta respuesta obtenida de un profesional sanitario relaccionado con el centro: " Creo que se debería preguntar a Doña Magdalena porqué no facilitó el material y si ese exagerado número de contagios se podía haber evitado con buena dotación de material, con personal y buena praxis. Y si esta información la ha conseguido en la Residencia o en su campaña para obtener su nombramiento en la AECC". " Hasta que no se comunicó el primer caso, no les facilitó el material FFP2 (mascarillas) que le habían solicitado médicos y enfermeras".

Preguntamos, y como Nuevodiario ya denunciara, el miedo sigue siendo norma:"Es notorio y palpable que ha estado muy ocupada con el disgusto de su cese y en urdir su nuevo nombramiento para no quedarse sin la plataforma de promoción", comenta alguien tiempo atrás muy cercana.

Como ya saben el Servicio Andaluz de Salud procedió a la medicalización de la Residencia a petición de la Dirección General de Cuidados Sociosanitarios y así desde el Distrito Sanitario Almería se ha reforzado la atención sanitaria con varios profesionales de prestigio que tienen por misión poner orden en el caos sanitario que sufre la residencia, no por los escasos profesionales con los que cuenta debido en gran parte como Nuevodiario denunció, "a la negativa" de algunos de ellos de trabajar bajo las órdenes de Magdalena Cantero.

A pesar de las decenas de denuncias por parte de trabajadores de la limpieza (algunos de ellos trabajando en labores sanitarias), de sindicatos, de administradores y trabajadores sanitarios entre los que incluimos a Nicolás Maturana, aquel médico que alzó la voz ante lo que sucedía y que ejerció su labor durante más de 30 años, la administración sigue haciendo oidos sordos a las demandas mientras las denuncias continuan durmiendo en un cajón el sueño de los justos.

Desde este medio tenemos constancia que las mismas han llegado hasta el director general de personas mayores que aún no se ha pronunciado a pesar de la gravedad.

Y así tras conocerse el pasado miercoles y de manera casual la situación cuando uno de los residentes ingresó en Observación del Hospital Universitario Torrecárdenas y comprobaron el contagio, desde la Consejería de Salud y Familias se han empezado a tomar medidas. La primera y principal ha sido retirar las competencias sanitarias a la directora, medicalizando la residencia con un médico de familia, un enfermero coordinador y un médico internista de reconocido prestigio como es el doctor Serafín López Palmero, y la segunda, proporcionando a los profesionales, medicación, material fungible y equipos de protección" que la señora Cantero no les había proporcionado.

DE AQUELLOS BARROS ESTOS LODOS

Allá por el mes de febrero y marzo, llegaban a la redacción de Nuevodiario numerosas denuncias por parte de los trabajadores de la residencia. Estos cansados de la actitud déspota de la directora, de las condiciones laborales en las que trabajaban, denunciaron la falta de personal , el deficiente servicio que se daba a los residentes y muy especialmente la ausencia continua y constante de la directora de su puesto de trabajo.

Comprobados estos extremos, Nuevodiario publicó una entrevista del médico Nicolás Maturana que corroboraba las distintas denuncias recogidas, así como información que confirmaba que lo denunciado era cierto.

En esa labor de investigación, pudimos verificar como la directora de la Residencia de Mayores del Zapillo, Magdalena Cantero Sosa, se ausentaba de su lugar de trabajo practicamente a diario desatendiendo su labor para atender otras cuestiones relaccionadas con su cargo como presidenta del Consejo Social de la UAL, o para cuestiones relaccionadas con su cargo de presidenta de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo.

Por aquel entonces ya anunciábamos las consecuencias que podían derivarse de este mal proceder, al dejar a la deriva un centro donde los que allí viven son personas vulnerables que merecen la mayor de las atenciones.

Tras sacar a la luz lo que sucedía, obtuvimos como premio una denuncia aún sin juzgar y que a buen seguro traerá consecuencias, por, donde y como se denunció, ya que esta fue interpuesta ante el equipo de la policía encargado de la violencia de género, siendo la acusación realizada por la señora Cantero de "Acoso" .

Cabe señalar que ni una sola vez nos hemos visto con la señora Cantero. Y no lo hemos hecho ni yo, ni nadie de las personas relaccionadas con Nuevodiario, aunque si es cierto que mediante un único mensaje de wasat, la invitamos a pronunciarse sobre las denuncias llegadas a la redaccion de los trabajadores de la Residencia. A partir de ahí y siguiendo el consejo de nuestra defensa, decidimos mantener un perfil bajo, aunque eso no evitó que siguiéramos investigando y conociendo antes incluso de que se produjera que iba a ser cesada como presidenta del Consejo Social al entender gran parte de los miembros que no podían seguir manteniendo en su puesto a alguien con semejante proceder.

Con su cese Magdalena Cantero aprovechó la pandemia para volver a las andadas, ausentándose nuevamente de su trabajo para recorrer Sevilla al objeto de poder mantener su puesto. Poco le importó el coronavirus y el peligro que suponia no estar en cuerpo y alma en el centro que dirige.

Decidió seguir con su promoción personal que tan del gusto de Ciudadanos es , obtener el reconocimiento y optar a la presidencia de la AECC, algo muy loable si en su camino no hubiera dejado en lugar secundario el trabajo por el que cobra.

Hay quien pueda creer que exageramos pero para muestra un botón, uno de los muchos...

Al preguntar nos dicen: " ha seguido la misma política anterior de hacer lo que le sale del papo" " No tengo mas remedio que llamar al director general de persnas mayores para contarle lo poco que se preocupa de los ancianos". "Al covid que padecen casi la mitad de los residentes se suma que los ancianos más frágiles comen en la cama, cuando la mayoría son dementes y deben comer vigilados por personal experto para prevenir la deglución y las aspiraciones". "Con el personal que hay es imposible que si no están en el comedor, puedan vigilarlos a todos. Hay una enfermera y tres auxiliares por planta y esto hace que no se pueda movilizar a los residentes y ello da lugar a la aparición de úlceras por presión y los síndromes de movilidad. Doña Magdalena que conoce perfectamente la situación nunca portó solucciones".

Seguirá...

Gabriel Sánchez.