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Santo Toribio de Liébana, el otro año jubilar

domingo 20 de agosto de 2017, 12:33h

POTES.- El Monasterio de Santo Toribio de Liébana, al pié de los Picos de Europa, en Cantabria, tiene junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela, Urda, Valencia y Caravaca de la Cruz, en la Región de Murcia, el privilegio de celebrar el Año Santo ordinario perpetuo, otorgado en este caso por medio de una bula del papa Julio II, en el año 1512.

En el Monasterio de Santo Toribio de Liébana se guarda y venera por la Orden Franciscana (los custodios de todas las reliquias del mundo cristiano) el “Lignum Crucis”, el mayor trozo conocido de la cruz donde murió Cristo. Santo Toribio, obispo de Astorga, lo trajo de Tierra Santa y se encuentra en el monasterio desde el siglo VIII, siendo trasladado a dicho lugar ante el peligro de la invasión de los árabes.

La celebración del jubileo en el monasterio de Santo Toribio de Liébana data del siglo XVI, pero en los documentos pontificios de dicho siglo se dice que es de “tiempo inmemorial”. Algo parecido se afirma en los versos o loores a Santo Toribio del siglo XV, de autor desconocido.

La razón, la fuerza y el motivo principal de la celebración del jubileo están en esto: que aquí se guarda y se venera el trozo más grande de la Cruz donde Cristo murió. Más de mil años lleva guardándose y venerándose en este lugar. Si la finalidad de todo jubileo es encontrarse con el Dios acogedor y generoso del perdón, el signo de la Cruz es la expresión más clara de lo que Dios es y quiere para nosotros.

El Año Jubilar Lebaniego Santo Toribio de Liébana se celebra el año en que la festividad de Santo Toribio, el día 16 de abril, cae en domingo y queda inaugurado oficialmente cuando, con gran pompa se abre la Puerta del Perdón del monasterio. El encuentro ante la Puerta del Perdón y el pasar por ella resulta un momento clave.

El que acoge, abraza y perdona es siempre Dios y la Puerta del Perdón simboliza y hace presente a Dios acogiéndonos, abrazándonos y perdonándonos como al hijo pródigo. Es un acto sencillo y expresivo que nos despierta para abrirnos al don del jubileo.

En este Año Santo Lebaniego 2017 fue en ese momento cuando se concentró la afluencia de peregrinos pero también es preciso señalar que en el periodo posterior es muy recomendable acercarse a Liébana y al monasterio de Santo Toribio de Liébana.

Rememorando los caminos de antaño, cuando las peregrinaciones a Santo Toribio de Liébana formaban parte de la peregrinación a Santiago, también es momento de acudir a Liébana y disfrutar con más calma de todos sus encantos, preparándose para el decisivo encuentro de este año.

Santo Toribio de Liébana

De estilo gótico el edificio más importante del Valle es el Monasterio de Santo Toribio, donde se venera el Lignum Crucis, el mayor trozo de la Cruz de Cristo que se conserva. Fue aquí donde el Beato de Liébana hizo sus “Comentarios al Apocalipsis”, códices ilustrados de indudable valor y belleza.

En Santo Toribio se celebra uno de los siete “Años Jubilares” que se conmemoran en el mundo, numerosos peregrinos repiten el rito que consiste en pasar por la Puerta del Perdón.

La primera referencia al monasterio de San Martín de Turieno con la nueva advocación de Santo Toribio en es 1125 y pertenecía al patrimonio real.

En 1183 el rey castellano Alfonso VIII le cedió a los condes don Gómez y doña Emilia, la cual a su muerte lo entregó definitivamente al monasterio burgalés de Oña. Para entonces nuestro cenobio había conseguido un extenso dominio, que abarca heredades no sólo en Liébana sino también en todas las provincias limítrofes.

Las primitivas construcciones que conformarían el monasterio serían sencillas, dentro del estilo prerrománico, quizás el tipo asturiano o mozárabe. En el año 1256 se construye la actual iglesia, con el apoyo económico de los fieles, por medio de indulgencias concedidas para tal fin por el obispo palentino Fernando.

El templo sigue las directrices del gótico monástico de influencia cirtesciense, con la claridad de líneas y de espacios y la sobriedad decorativa que caracteriza a la arquitectura de San Bernardo. La planta rectangular proporciona un espacio diáfano y la prismática torre a los pies de la nave central remarca el carácter medieval del conjunto ( su fisonomía sería similar a la de la Abadía de los Cuerpos Santos, actual catedral de Santander). Han desaparecido construcciones que cerraban el atrio y proporcionaban un aspecto más recoleto al monasterio.

En la Iglesia se pueden contemplar:

  • la puerta del perdón, de estilo románico, que se abre tras los golpes de un martillo cada Año Jubilar.
  • la estatua yacente de Santo Toribio de Astorga en madera, de tradición gótica, anterior al siglo XIV.
  • la capilla, barroca, del siglo XVIII, que alberga al Lignum Crucis.

El claustro del monasterio de estilo herreriano, alberga una exposición con las miniaturas que acompañaban los comentarios del Apocalipsis del Beato de Liébana. También alberga el martillo con el que se llama tres veces para abrir la Puerta del Perdón.

Junto al Monasterio de Santo Toribio se encuentra el albergue de peregrinos que aloja a grupos de peregrinos como complemento al albergue de peregrinos de Potes.

Camino Lebaniego

Es posible que a mediados del siglo VIII, una vez consolidada la Reconquista en la zona de Liébana, se trajesen aquí los restos del obispo Toribio de Astorga y las reliquias del Lignum Crucis -que según la tradición él había traído de Jerusalén- para depositarlas en un lugar seguro como era este monasterio, que ya había adquirido mucho prestigio en el territorio cristiano.

Es importante diferenciar entre Santo Toribio de Palencia, el monje fundador del Monasterio y Santo Toribio de Astorga, el Obispo cuyos restos fueron trasladados al monasterio de Santo Toribio para su protección de la invasión musulmana.

Santo Toribio de Palencia, fue un monje del siglo VI, que llegó a Liébana con la intención de vivir una vida sencilla, en conexión con la naturaleza y con Dios. Este monje, junto a sus compañeros construyó un oratorio que posteriormente se convertiría en templo de estilo románico en honor a San Martin de Turieno o, lo que es lo mismo, al monje francés San Martin de Tours. Fueron, así, los monjes de esta orden, los primeros pobladores del que se convertiría en un momento dado, en el principal centro de peregrinación de toda Europa.

Santo Toribio de Astorga, fue un obispo que, de joven, estuvo en Jerusalén custodiando las reliquias de Jesucristo y que obtuvo permiso del Papa de la época para trasladar el brazo izquierdo de la Cruz de Cristo hasta Astorga. Esta reliquia así como sus restos, una vez muerto, eran de enorme valor para la Cristiandad. Es por ello que todo se trasladó hasta Liébana ante el inminente avance de la invasión de los musulmanes.

Es en este siglo VIII, cuando el monasterio está en su mayor auge:con una reliquia única en el mundo, el trozo más grande de la Cruz de Cristo; con unos restos de un santo al que se le atribuían milagros; y con un fraile benedictino, Beato de Liébana, que escribe, en este siglo, los Comentarios del Apocalipsis y el O Dei Verbum conviertiéndose en el primer ideólogo de la Reconquista, aún España no existía como nación, ni Asturias ni Cantabria eran regiones tal y como las conocemos hoy. Nos encontramos, en ésta época, en el reino de las Asturias de Santillana.

Con el tiempo, el monasterio pasa de ser ocupado por los benedictinos a pertenecer a la orden de los franciscanos, sus actuales moradores, ya que los frailes de esta orden, son, a partir de un momento en la historia, los custodios de todas las reliquias del mundo cristiano.

El monasterio cuenta con una Iglesia que se construyó en 1256 con el apoyo económico de los fieles y sigue las directrices del gótico monástico de influencia cisterciense.

El Beato de Liébana

La historia del monasterio quedaría muy mermada si no hiciéramos referencia al personaje más famoso que allí vivió y escribió sus obras. Hablamos de Beato de Liébana, que en la comarca recibe culto desde tiempo inmemorial con el nombre de San Beato, cuya fiesta se celebra el 19 de febrero.

Beato debió nacer en la década de los “treinta” del siglo VIII vivió en la segunda mitad del siglo VIII y murió a poco de comenzar el siglo siguiente. Era abad del monasterio de San Martín de Liébana, es decir, el actual Santo Toribio de Liébana.

En el año 776 – según otra versión en el 784 – escribió el libro «Comentario al Apocalipsis», para explicar el hermético texto de San Juan. Para su redacción el monje se basó en otros libros de Santos Padres orientales y romanos, lo que pone de manifiesto la gran biblioteca que debía poseer el cenobio lebaniego.

Fue el creador de la primera escuela de dibujo y miniado medieval español, con las primeras ilustraciones que dan vida a los textos y que durante varias centurias se reproducen por toda la Europa culta y sirven de apoyo a la escultura que prepondera en el arte románico inicial.

Hombre dedicado a sus estudios, especialmente a las Sagradas Escrituras, era conocido en el resto de España entre los numerosos cristianos que aún vivían en territorio musulmán. E igualmente su nombre sonaba en Europa, especialmente en los medios intelectuales de la corte de Carlomagno. Las obras escritas por Beato que han llegado a nosotros son: “Comentarios al Apocalipsis”, el “Apologético” y el himno a Santiago, llamado O Dei Verbum.

Horarios de Misa:

  • Domingos y festivos (hasta la fiesta del Pilar, 12 de octubre) - Misas a las 10:30 y a las 12:00 horas
  • Domingos y festivos (desde la fiesta del Pilar, 12 de octubre) - Misa a las 12:00 horas
  • Todos los días (hasta el 22 de abril de 2018) - Misa del peregrino a las 12:00 horas
  • Hasta la fiesta del Pilar (12 de octubre) Sábados y víspera de fiestas - Misa a las 19:00 horas

Horarios de Visita:

  • Verano - del 1 de mayo al 30 de septiembre - mañana de 10:00 a 13:00 horas y tarde de 16:00 a 19:00 horas
  • Invierno - del 1 de octubre al 30 de abril - mañana de 10:00 a 13:00 horas y tarde de 16:00 a 18:00 horas

Para más información: 942 840 317

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