Desde mi ventana,
veo el alegre amanecer
de un bello cipres
saludando a la mañana.
Desde mi ventana
Oigo los gorriones chillar
y a sus vecinos roqueros volar.
La vida pasar,
con su bella alegría
y dulce sinfonía.
Desde mi ventana no se ve la mar,
pero la puedo oler y soñar,
e imaginar.
Mirando el intenso
e inmenso,
cielo azul al clarear,
el nuevo día.
Oigo a un pajarillo que pía y pía
desconsoladamente,
como el lloro
de aquel chiquillo
triste y solo,
que perdió madre
y encontró melancolia.
Desde mi ventana
veo amanecer,
la alegría de un viejo
y bello ciprés,
y mis sentidos
florecer perdidos.
Y pienso.
Que la vida, más que sueño,
por más que me empeño,
más parece,
un corto viaje
de enredos.
Salpicados
de anhelos,
y recuerdos.
Si (
No(
