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Bildeberg y la situación política española

sábado 15 de julio de 2017, 12:05h

No es la primera vez que Bilderberg se posiciona y actúa en la política española, ya lo hizo meses antes de la abdicación del Rey Juan Carlos donde a pesar del desmentido de la casa real el entonces rey Borbón tenía las horas contadas. Una vez más Bildelberg se ha hecho con el tablero y ha comenzado a mover sus peones, toda vez que según el todopoderoso club la situación tras el pronunciamiento de independencia del gobierno catalán así lo requiere.

Pero recordemos la situación, el contesto y como maniobró Bildelberg, para de esta manera hacernos una idea de cómo lo viene haciendo ahora.

En aquel entonces se supone que todo se orquestó para salvar a la Monarquía, aunque para ello fuera necesario descabalgar de la Jefatura de Estado al rey. La abdicación que en sus inicios fue un secreto de palacio, empezó a ventilarse en público porque en ese momento la crisis política de España resultaba caótica y había que actuar. Los poderes fácticos, incluida la embajada alemana, francesa, inglesa y norteamericana no escondían su nerviosismo como consecuencia del desgaste de la clase dirigente española, incluida la corona. Ese según parece fue el motivo por el que Bildelberg tomando la iniciativa se propuso ganar la partida utilizando para ello a los conspiradores que tras saltar al ruedo prepararon a la opinión pública para la real abdicación. Estos no eran otros que periodistas y medios de comunicación afines al lobby, quienes a pesar de desmentidos oficiales se encargaron de filtrar que la trama se inició dentro del palacio de la Zarzuela.

El conocido periodista José Antonio Zarzalejos, que fuera director del diario monárquico ABC se encargó de preparar el escenario desde su periódico El Confidencial. Zarzalejos fue si no el primero, uno de los primeros en sentenciar que el rey barajaba su abdicación. Y Aunque para algunos pareciera increíble aquella información, hay quien apuntó que la mano que movía la cuna de la conspiración palaciega era nada menos que la esposa del monarca. Sirva como apunte que la Reina Sofía es miembro permanente del club Bildelberg, un poderoso lobby que reúne anualmente a las élites del mundo industrial, financiero, político y de la prensa.

La periodista Pilar Urbano ya lo dejó caer, es más, en relación al tema que nos ocupa dijo “El reto del príncipe será hacer frente a la demanda de redefinir el Estado, y cómo se distribuye territorialmente España”. Las declaraciones de la miembro numerario del Opus Dei Pilar Urbano hubo quien equivocadamente no se las tomó en serio al no tener en cuenta que la periodista es además de amiga, portavoz oficiosa de la reina. Pilar Urbano se adelantaba a los acontecimientos que meses después sucedieran y que en estos momentos se vienen sucediendo, indudablemente contaba con información privilegiada.

Bildelberg cuenta con periodistas y medios afines encargados de vocear lo que el lobby diseña y decide marcando como no los tiempos e incluso las personas. Según parece es Felipe el encargado de conformar una monarquía federal a fin de evitar la república que acabaría por destronarlo.

"Las monarquías tranquilizan a los poderosos porque dan estabilidad" declaró Pilar Urbano. Esto es algo con lo que Bildelberg está de acuerdo y así se lo han hecho saber a Mariano Rajoy y a Pedro Sánchez en la última reunión del Club, a la que ambos fueron invitados. Aunque Rajoy y Sánchez no han querido pronunciarse sobre el tema parece evidente que todas estas cosas se han discutido en el Bildelberg.

Según Pilar Urbano "Un rey en una España en crisis da más garantía de estabilidad que una república, donde puede venir otra persona distinta". Otra casualidad acorde al pensamiento de Bildelberg quienes adelantándose nuevamente a los acontecimientos demostraron más altura de miras que la clase dirigente española y valorando las protestas ciudadanas vieron el emergente peligro de unos desarrapados que cercaron el Congreso dirigidos por un profesor con coleta.

Pero ¿es tanto el poder del Club Bildelberg?

Para valorarlo es necesario recordar que, según documentos desclasificados de la CIA, el club Bilderberg fue, en su época, el lobby más activo del mundo, tanto que fue el que presionó al dictador para que nombrase al entonces príncipe Juan Carlos como sucesor al frente de la Jefatura del Estado, reinstaurando la monarquía. Que Bildelberg no ha perdido poder está más que demostrado. Bildelber hizo rey a Juan Carlos y Bildelferg lo destronó al objeto de instaurar una monarquía federal y con ello dar una solución a la crisis territorial que sufre España.

Como se puede intuir se trata de una estrategia y un programa político diseñado al objeto de poner en marcha una segunda transición tutelada desde el poder constituido y destinada a desplazar del poder a los políticos corruptos, políticos que se han convertido en un estorbo para los poderes fácticos.

¿Casualidad que sea ahora cuando se airean públicamente las impudicias e inmoralidades que según parece ponen en riesgo los fundamentos del estado? Resulta difícil creer que así sea, más aun teniendo en cuenta las continuas campañas en pro de este cometido que vienen llevándose a cabo en diarios como El País, La Razón y El mundo.

A decir de muchos politólogos la monarquía federal responde a intereses. Unos intereses en los que han venido participando a pesar de su silencio, políticos de la talla de Felipe González, José María Aznar, Alfonso Guerra o Carma Chacón que aunque no han dado la cara, han utilizado a sus segundos de filas como es el caso de Pere Navarro i Morera. Recordemos que fue el por entonces secretario del Partido Socialista Catalán, quien pusiera voz a esta encomienda al solicitar públicamente la abdicación del rey anotando como una salida a la situación, un reinado de Felipe y el arribo de una monarquía federal.

Estos actores como Urbano, Zarzalejos, Aznar, Gonzalez, Guerra, Chacón y Navarro son sin duda unos poderosos emisarios para un proyecto político ideado y diseñado por Bildelberg, es decir por aquellos que dirigen las altas finanzas a fin de impedir el avance de los movimientos sociales y la instauración de una verdadera democracia.

Regenerar la caduca y poco trasparente monarquía fue el primer paso, el segundo puede ser evitar que pueda instaurarse una república y para ello está Bildelberg.

Club Bildeberg
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