Ayer murieron otras 693 personas murieron, principalmente en hospitales y asilos principalmente.
Como les contó Nuevodiario, Gran Bretaña llegó tarde a la pandemia por la mala gestión y cabezonería de Boris Jhonson que hasta no contagiarse y verle las orejas al lobo no comenzó a tomarse en serio la situación.
Hoy los británicos siguen pagando las consecuencias. Ayer la cifra de diagnosticados con COVID-19 aumentó y el número de muertos rondó los 700, haciendo un total de 29.501 personas, lo que supone casi 200 más que Italia que se situó ayer en 29.315 fallecimientos.
El ministro del Exterior británico, Dominic Raab, afirmó que el número de muertes constituye una "tragedia a gran escala'' aunque intentó quitarle hierro al asunto e incluso justificarse diciendo que es muy pronto para hacer comparaciones internacionales.
"Hay diferentes maneras de contar las muertes y como sabemos, hemos tenido ese debate en este país. Ahora publicamos datos que incluyen todas las muertes en todos los entornos y no todos los países lo hacen, por lo que no estoy seguro de que la comparación internacional funcione a menos que usted sepa que todos los países están midiendo de la misma manera".
En la comparecencia ante la prensa estuvo además la subdirectora médica de Reino Unido, la doctora Jenny Harries.
Esta buscando echar una mano al ministro indicó que "es más oportuno comparar los índices de letalidad y no las cifras absolutas de fallecidos. Así, al considerar el tamaño de sus poblaciones, la tasa de mortalidad en el Reino Unido es menor a las de Italia, España y su vecina Bélgica, que muestra el mayor índice de letalidad del mundo".
Así mientras España entre otros paises entra en la etapa de desconfinamiento, otros como Gran Bretaña, EEUU y Rusia ven como aumenta de manera exponencial y peligrosa la cantidad de contagiados y fallecidos.
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