En recuerdo de Conchita Montes y Juan Aguilar.
Aquel 22 de enero de 1922 fue asesinada Conchita Robles, una reconocida actriz almeriense a la que dispararon en el teatro Cervantes de Almería, minutos antes de estrenar la obra “Santa Isabel de Ceres”.
Desde entonces muchos que lo han visto aseguran que su fantasma vaga por la platea.
El teatro Cervantes “se construyó en 1898 .Su estilo neoacademicistas y neobarroco hace que el edificio destaque en lo que hoy es el Paseo de Almería. Son curiosas sus farolas en forma de girasol, y la colección de antiguos carteles de variedades, fiestas y eventos de la primera mitad del S.XX.
El Teatro Cervantes fue construido sobre el antiguo teatro Novedades, en un terreno donde se encontraron algunas sepulturas. Tal vez en ello esté la clave. Desde su inauguración han ocurrido muchas cosas entre sus paredes, aunque la más destacada es sin duda el asesinato de la actriz Conchita Montes, cuyo verdadero nombre era Conchita Robles, y de un joven de dieciséis años llamado Juan Aguilar que era aprendiz de imprenta y el encargado de los carteles del teatro.
El 23 de julio de 1916 el diario ABC titulaba “La bella actriz Conchita Robles nos participa gentilmente que abandona el teatro y que contrae matrimonio el próximo día 26 con el distinguido capitán de Caballería D. Carlos Verdugo.”
Así es, Conchita se casó y dejó los escenarios cuando ya era una actriz reconocida.Conchita contrajo matrimonio el 26 de julio de 1916, seis años despues dejaba su oficio.
Años más tarde volvería a la escena y se imaginan ¿ qué sucedió?
Conchita fue asesinada y su asesino fue su exmarido del que la actriz se había separado.
En el Diario Blanco y Negro del 29 de enero de 1922 aparece una imagen de Conchita Robles, en el texto se daba la noticia de su muerte. “La desventurada actriz Concepción Robles muerta trágicamente en Almería”
Así fue Conchita murió en su tierra. Casi con un año de antelación se anunciaba una obra de teatro "Santa Isabel de Ceres", protagonizada por ella.
El 22 de Enero de 1922 la ciudad de Almería se engalanaba para el estreno de la obra protagonizada por Conchita Robles la actriz que había nacido en Almería. Eso hizo que la expectación fuese aún mayor y para colmo la obra a representar trataba temas tabú poco apropiados para la época. El trasfondo de la obra eran las muchachas descarriadas y de “vida alegre”.Así es Santa Isabel de Ceres nada tenía de santa y sí, mucho de puta.
¿Pero quién podía imaginar tan trágico final?
Esa misma noche mientras el público abarrotaba el Teatro Cervantes, la actriz recibió dos disparos de mano de su marido. Dos disparos que la hicieron tambalearse hasta desplomarse en el escenario ante su público. El autor de los disparos era su exmarido Carlos, Verdugo , oficial del escuadrón de Húsares, el hombre celoso del que se había separado
La actriz sabía que ese le iba a dar problemas por lo que avisó para que no le permitieran el acceso al teatro. Sin embargo, Verdugo consiguió entrar por la zona de actores donde esperó hasta que ella pasó por allí. Al verla le apuntó con su arma, en ese momento el muchacho de 16 años que se encontraba cerca lo agarró y se lo puso delante y Verdugo los mató a los dos.
Lo curioso es que el público sabía que durante la obra si iban a producir disparos por lo que no le hicieron mucho caso al estruendo, creyendo que se tratara de un ensayo. Alguien gritó y se descubrió lo sucedido. Carlos Verdugo fue detenido y condenado a cuarenta años de cárcel, cumpliendo la condena en las islas Chafarinas.
Desde entonces hay muchos que aseguran que en el teatro ocurren cosas extrañas, en especial apariciones aunque también un suicidio, hechos provocados según por Conchita y por Juan cuyos espíritus aún vagan por su rincones del teatro.
La obra que se interpretaba fue escrita por Alfonso Vidal y Planas (1891 – 1965), periodista, poeta, narrador y dramaturgo español de vida bohemia, fue una obra de gran éxito adaptada al teatro por el propio autor y en cuya trama se narra el amor de un pintor por una prostituta a la que intenta redimir.
Conchita Montes al parecer sigue allí en compañía del muchacho que la defendiera de su asesino, paseando por la platea de el teatro donde dejó su vida y no queriendo alejarse del escenario donde tanto éxito cosechara. Así al menos lo atestiguan cuantos la han visto.
Si (
No(
