Susana Díaz entró matando a hierro. Lo hizo en Ferraz y contra el hoy presidente del gobierno aunque utilizando unos avales que e no eran suyos si no de los afiliados y simpatizantes socialistas a los que traicionó.

Fueron estos los que cobrandose venganza promovieron y crearon plataformas de apoyo a Pedro Sánchez gracias a las cuales El hoy Secretario General le ganó en las Primarias.

Más tarde los votantes socialistas andaluces le dieron la espalda nuevamente Susana Díaz absteniéndose en las elecciones andaluzas. El resultado, la perdida de 600.000 votos. Díaz tuvo que dejar San Telmo , la derecha se unió y sacando pecho dijo haber ganado cuando la realidad es que Susana perdió porque gran parte del socialismo andaluz, no la voto.

Luego de verse perdida llegarían las carantoñas hacía Sánchez que de nada le han de servir. "Roma no paga traidores", muestra de ello es que epiezan los movimientos internos y un goteo constante de ceses que iran en aumento con el paso de los días. Todos saben que Díaz ya no es caballo ganador y tratarán de irse apartando.

Pero si hacia Susana hay cada vez menos empatía que decir del "asco" que le tienen muchos socialistas sevillanos a Verónica Pérez desde el día que se plantó en la sede nacional del PSOE, autoproclamándose máxima autoridad.

Hoy la ejecutiva provincial del PSOE de Sevilla suma nuevas dimisiones, son tres los miembros de la dirección que se van. La semana pasado ya hubo otra dimisión.

Verónica Pérez le quita importancia, pero la crisis interna y el malestar ya se deja ver. Esta es la escenificación de lo que está por venir, el prologo de una obra donde el muerto ya se sabe quien va a ser.