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Sale a la luz una carta del descuartizador de Marta Calvo y la confesión: 'Me desnudé por completo para no dejar huellas'

Sale a la luz una carta del descuartizador de Marta Calvo y la confesión: "Me desnudé por completo para no dejar huellas"

martes 17 de diciembre de 2019, 11:10h

"No soy un monstruo asesino de mujeres" escribió 21 días antes de entregarse a la Guardia Civil. Cuenta que pensó en "quitarse la vida junto a ella" cuando la encontró sin vida. El descuartizador asegura que ambos consumieron hasta seis gramos de cocaína y que a la mañana siguiente, cuando fue a "abrazarla", notó su cuerpo "rígido": "Era imposible sacar el cuerpo sin llamar la atención y busqué herramientas"

Sale a la luz una carta del descuartizador de Marta Calvo y la confesión: 'Me desnudé por completo para no dejar huellas'

Seis días después de haber descuartizado presuntamentea Marta Calvo y 21 días antes de entregarse, Jorge Ignacio escribió una carta para dársela a los investigadores.

Estos la recibieron en mano el día que se entregó en las dependencias de la Guardia Civil en Carcaixent.

Se trataba de un texto escrito a mano donde según Informa 'Levante-EMV',el presunto asesino se presenta como un hombre aterrado que preso del "pánico" al encontrarse a Marta Calvo muerta después de haber practicado sexo y consumido cocaína, no sabía que hacer.

Asegura que fue "un accidente y que tras darse cuenta de su muerte se dejó llevar".

" No soy un monstruo asesino de mujeres", quiso dejar claro.

Pero la pregunta que se hacen los investigadores es por qué hablaba en plural si no había trascendido su presunta implicación en la muerte de otras dos mujeres de Valencia, también desaparecidas.

" Estabamos en mi casa y Marta dijo sentirse mal, tras una ducha nos fuimos a dormir.

"Consumimos seis gramos de cocaína"" Cuando me desperté que notó el cuerpo rígido, pensé en quitarme la vida junto a ella". "Descuarticé el cuerpo en el baño de la casa, completamente desnudo para no dejar huellas".

Así mismo el asesino confeso cuenta que descuartizó el cadáver de Marta Calvo para poder sacarlo de la vivienda sin llamar la atención y que lo arrojó a distintos contenedores de Alzira y Silla.

Declaración completa de Jorge Ignacio:

Conocí a Marta a través de una página web, unas semanas antes del día 7 de noviembre. Quedamos y tuvimos relaciones en su casa, un piso en el centro de Valencia. Después intercambiamos algún Whatsapp y volvimos a quedar. Acordamos ir a mi domicilio de Manuel, en mi coche, un Volkswagen Passat de color azul.

Durante el camino hablamos de gustos musicales. Ella me dijo que llevaba dos días de fiesta. Llegamos sobre als 2 o 3 de la madrugada. Primero estuvimos en la planta baja. Allí consumimos whisky que había traído ella y cocaína. Después subimos al piso de arriba.

En el dormitorio principal mantuvimos sexo durante varias horas. Seguimos bebiendo y consumiendo cocaína, a veces sobre su cuerpo, pero de forma voluntaria. En total unos seis gramos.

Ya estaba amaneciendo cuando la chica dijo que no se sentía bien, que estaba cansada y que quería parar. Se tomó una ducha y después nos acostamos juntos a dormir.

Tras varias horas dormido me desperté, creo que era mediodía o incluso algo más tarde. Traté de despertar a la chica pero cuando fui a abrazarla noté su cuerpo rígido. Le tomé el pulso en el cuello y en el brazo y comprobé que estaba muerta.

Llegué incluso a levantar la persiana para verla mejor. Pensé que lo mejor que podía hacer era deshacerme del cuerpo y después suicidarme.

Me di cuenta de la imposibilidad de sacar el cuerpo de la vivienda sin llamar la atención, así que llegué a la conclusión de que lo mejor era buscar herramientas que me facilitaran la tarea de de deshacerme del cuerpo.

Primero me desprendí de los efectos personales de la chica, el bolso, su teléfono y su ropa, en un contenedor de una gasolinera de la Llosa de Ranes. Después fui a un supermercado de L'Ollería y allí compré dos o tres paquetes de bolsas de basura grandes y guantes de látex. Pagué en efectivo.

A continuación fui a una ferretería y compré herramientas: dos sierras. También pagué en metálico y regresé a Manuel. Me deshice del cuerpo en el baño de mi casa. Me desnudé por completo para no dejar huellas.

A la mañana siguiente me levanté sobre las siete para deshacerme de las bolsas. Las primeras tres las dejé en Alzira, en un contenedor de residuos orgánicos del centro de la ciudad. Después regresé sin pasar en ningún sitio a Manuel para recoger otras tres bolsas.

Volví de nuevo a Alzira, pero a un lugar diferente, en la periferia. Aparqué el Passat en un descampado y busqué a pie otro contenedor similar.

Una vez más regresé a Manuel en busca de las bolsas restantes, pero esta vez conduje hasta Silla, tratando de evitar posibles controles policiales. Finalmente me deshice de las herramientas en un contenedor del municipio de Masanassa.

Una vez en casa fregué la planta superior y la zona del baño. Usé una escoba que estaba en la vivienda y luego tiré todos los utensilios de limpieza, pero no recuerdo dónde. La tarde del día 8 fui a Alfafar para comprar un producto específico para la limpieza de las cañerías.

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