Aquello de "Me he casado con un tieso" seguramente sea verdad, pero también lo ha sido el empeño para que José María Moriche, esposo de Susana Díaz, al que esta se refería con estas palabras, dejara de ser ese "tieso".

Díaz insistió que su marido era un mileurista más, intentando evitar y esconder que se supiera que la nómina como auxiliar administrativo que la UGT le pagaba a su esposo, algo tuviera que ver con las subvenciones que la Junta de Andalucía le estuvo dando al sindicato para dar cursos de formación y de las que Moriche estuvo cobrando durante nueve años.

Ahora, que el titular del Juzgado de Instrucción 9 de Sevilla, Juan Jesús García Vélez, acaba de dictar un auto en el que eleva a 40.750.047,74 euros el presunto fraude cometido por el sindicato con el desvío de subvenciones de la Junta de Andalucía,el PSOE DEBERÍA DE EXIGIR LA DIMISIÓN INMEDIATA DE SUSANA DÍAZ.

Publica el Mundo que dichas subvenciones se concedían a través de la emisión de facturas falsas y alquileres ficticios de sedes donde se impartían cursos.

Por el momento el juez acuerda continuar con el procedimiento abreviado contra el ex secretario general de UGT-A Francisco Fernández Sevilla.

Además de Fernández Sevilla hay 14 personas más a las que se investiga por presuntos delitos de fraude de subvenciones y falsedad en documento mercantil.

En dos de los expedientes de subvenciones concedidas por la Junta a UGT, cuyo importe supera los once millones de euros figura el cargo de la nómina José María Moriche, esposo de la expresidenta.

José María Moriche estuvo durante nueve años trabajando en el Instituto de Formación y Estudios Sociales (Ifes) de UGT, el ente del sindicato que se encargaba de impartir los cursos.

Moriche aparecía como "tutor, evaluador y preparador" de todo tipo de acciones formativas. La UGT que colocó al marido de Díaz en 102 cursos consiguió tres subvenciones por valor de 25 millones de euros.