Muchos, también yo, nos sentimos culpables por la falta de humanidad que parecíamos demostrar ante quien se estaba muriendo. Así lo vendió los medios de comunicación de la derecha.
Tanta insistencia hizo que hasta la juez María Isabel Rodríguez, que instruyó el denominado caso Erial por el que detuvo al ex presidente de la Comunidad valenciana acusado de cobrar comisiones y blanquearlas, soportó una campaña terrible hasta que finalmente dio su brazo a torcer. Y así llegó la libertad del que fuera hombre fuerte del PP en la Comunidad de Valencia y President de la Generalitat.
Por dignidad Zaplana debía morir en su casa.
Tal fue la situación que hastaPablo Iglesias pidió publicamente su puesta en libertad. Muchos se alegraron, también yo.
Eduardo Zaplanan salió de prisión se produjo el 7 de febrero y desde entonces poco se ha sabido de su estado de salud y las causas de corrupción pendientes.
Hoy comprobamos como Zaplana se ha reído de todos y como la Ley no se aplica de igual manera para todos.