Pronto han empezado las desavenencias entre los socios del gobierno andaluz.
Vox incordia y pone contra las cuerdas un día sí y otro también a PP y Ciudadanos. Esta es una manera de distanciarse de sus socios y tomar posiciones de cara a las batallas electorales.
Los ultraderechistas de Santiago Abascal en su Asamblea General Ordinaria, que se ha procedido a la aprobación de las cuentas de 2018, han alzado la voz mostrando su desacuerdo con el gobierno andaluz.
Abascal ha lanzado un llamamiento a los suyos a los que ha animado para trabajar con el objetivo de "hacer de Vox la fuerza que lidere la alternativa al Frente Popular”. “El 28 de abril no salimos para ser bastón de nadie, para ser una muleta inútil o despreciada o la llave de nadie. Salimos a ganar”, y ha añadido : " Vox no se puede resignar a representar un papel similar en el resto del país, porque ya estamos viendo que aquellos a los que hemos apoyado no saben hacer las cosas bien. Tienen miedo a cambiar las cosas de verdad”, en clara referencia a PP y Ciudadanos.
Pero Abascal ha ido a más y ha cargado contra Ciudadanos, a través de la figura del ex primer ministro francés, Manuel Valls, candidato a la alcaldía de Barcelona con el apoyo del partido que dirige Albert Rivera. El número uno de Vox ha asegurado que si están “sufriendo un gran ataque” se debe a “la alerta violenta” lanzada desde Podemos y desde el independentismo, pero también por parte de Valls, al que se refirió como “el gallo francés, que anda muy alborotado y agresivo”.
“A mí no me preocupa el gallo francés, pero me preocupa que al otro lo tiene como pollo sin cabeza, cambiando todo el rato de opinión”, ha dicho en referencia a Rivera
