Aunque la politica suele hacer extraños compañeros de cama, este no es el caso. Casado Rivera y Abascal proceden del mismo tronco, la últraderecha. Un acuerdo entre los que llevan la misma sangre siempre resulta más fácil.
Albert Rivera, el más infiel, no ha dado el " sí quiero" y ha anunciado que su “cordón sanitario al PSOE no es aplicable en Comunidades y municipios" . Ello no agrada a Casado que aspira a un pacto global que incluya el gobierno de la Nación los gobiernos regionales y el Parlamento Europeo.
Sin embargo estas diferencias no son difíciles de solventar entrando en escena " papá Aznar" que llamándolos a cápitulo en la casa familiar ( sede de Faes) reconducirá la situación como lo hacía " el Padrino" cuando las familias se distanciaban y la emprendían a tiros.
Pero como en todo debe haber contraprestaciones, el PP, a cambio del Gobierno, a ofrecido que Luis Garicano sea nuevo comisario europeo. Claro que en todo trato hay fanfarronería y el fanfarrón de turno, Casado lo es, vendiendo la piel del oso antes de cazarlo.
El Presidente del PP desconoce que se puede ser comisario sin tener que presentarse a las elecciones, es decir que lo que le ofrece a Ciudadanos es nada, a pesar de que el responsable de Economía y Empleo de Ciudadanos encabezará la lista a la Eurocámara por este partido.
Casado como Moreno Bonilla en Andalucía es de la opinión que hay que prometer aunque luego no se pueda cumplir. Ya lo hizo Rajoy y le fue bien, así que por qué no seguir el mismo camino si ello te hace ocupar la Moncloa. Luego, después de que el incauto le haya votado, ya habrá tiempo de desdecirse como lo ha hecho el Consejero de Economía, Rogelio Velasco con el asunto de los 600.000 puestos de trabajo prometidos en campaña por Juan Manuel Moreno Bonilla, engañando así a los andaluces, que no han tardado en arrepentirse de verlo presidir la Junta.
Solo hay un problema, Rivera también quiere ocupar la Moncloa, toda vez que cedió San Telmo. Es más prefiere pactar, en según qué territorios con el PSOE. Es más aunque Rivera haya dicho que no pactará con Pedro Sánchez, también dijo que no pactaría con Rajoy y lo hizo.
El lider naranja, no quiere compromisos, de ahí que la negativa a alcanzar un acuerdo con los socialistas se circunscriba tan solo y por el momento al gobierno central.
Luego está el tercero en espera de que lo saquen a bailar. Aunque el lider de vox sea "la más fea" sabe que Casado es hombre dispuesto a comerselo todo y en cuanto a Rivera, es consciente que enseñando un poco, el denonadado esfuerzo por distanciarse quedará en agua de borrajas.
Pablo Casdo da por hecho que el bloque del centro-derecha contará con los escaños suficientes para desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa. Lo peor es que no tienen en cuenta que Pedro Sánchez también sabe bailar.
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