Un terromoto de 3.5 grados ha sacudido Lorca poco antes de las nueve de la mañana, según los datos del servicio sísmico del Instituto Geográfico Nacional. El epicentro se ha localizado al norte del término municipal a sólo 1 kilómetro de profundidad.

El temblor se notado de forma considerable en el centro de la ciudad cuando los niños hacían su entrada en los colegios. De hecho, en algunos insitutos han llegado a saltar las alarmas.

Según fuentes oficiales, no hay ninguna orden por parte del Ayuntamiento de Lorca ni de la Consejería de Educación de que se hayan suspendido las clases en Primaria y Secundaria tras el terremoto. Educación explica que se han puesto en contacto con todos los centros y que, en el colegio de San Fernando, "la directora en base a la autonomía del propio centro ha decidido cortar las clases".

Por el momento no hay constancia de daños personales ni materiales.

El Ayuntamiento aconseja tener preparados "botiquín de primeros auxilios, linternas, radio a pilas, pilas, etc. y algunas provisiones en sitio conocido por todos. Sepa cómo desconectar la luz, el gas y el agua". "Aunque siempre puede recurrir al 112 como central de emergencias".

Como saben no es la primera vez ya que la ciudad se encuentra en una de las dos principales zonas sísmicas de la Península Ibérica, un punto vulnerable a los movimientos tectónicos.

Lorca sufrió el desastroso terremoto de 5.1 en 2011, que dejó nueve víctimas mortales, más de 300 heridos y daños en el 80% de los edificios. Los episodios reiterados en Lorca han sido frecuentes desde entonces: en 2016, un seísmo de 3.7, equiparable al de esta noche, se producía apenas una semana después de conmemorar el quinto aniversario de la catástrofe. Una casualidad, según los expertos, ya que si bien un mismo terremoto produce réplicas durante horas e incluso días, estas no ocurren de forma crónica de un año para otro.