El lema electoral del Partido de José María Casado Primo de Rivera en Andalucía es Garantía del Cambio, pero sabemos, a ciencia cierta, en qué consiste ese cambio y que ese lema, en realidad, supone un viaje al pasado, a los recortes, a las políticas antisociales, a la austeridad y a las tramas sicilianas.
Todos conocemos a Moreno Bonilla, a la velocidad de las tijeras en sus manos cuando era Secretario de Estado y cercenó, de cuajo, la dependencia, a las mentiras en curriculum académico, recurso muy socorrido en el PP, y a alguna que otra confesión del Albondiguilla que pone a Moreno Bonilla en un pequeño gran aprieto.
Todos conocemos a Moreno Bonilla pero, ¿conocemos a la candidata del PP por Almería, a Maribel Sánchez Torregrosa? La huercalense, senadora hasta el momento, se rompía las vestiduras cuando decía, al dejar el cargo de concejala, que lucharía por Almería y por su pueblo, Huércal Overa. En estos años de Senado su actividad se reduce a lo siguiente: votó a favor de la ley mordaza, que castigaba como delito la resistencia pacífica, apoyó con su voto la ley Wert, que recortaba becas, que utilizaba la educación con fines económicos y que, entre otras cosas, al subir la ratio y aumentar las horas de clase, en Andalucía, se tuvieron que despedir más de 10.000 profesores, que sólo se empiezan recuperar con las medidas del gobierno de Pedro Sánchez, el presidente de la dignidad. Apoyó la ley laboral que permitía abaratar el despido, legalizar los contratos precarios y poner alfombra roja para las empresas que despedían sin explicación alguna y que, ahora, vemos en el caso de la cementera de Gádor.
Todo eso y mucho más hizo la señora Sánchez Torregrosa pero dinero, obras, servicios para Andalucía, Almería y Huércal Overa nada de nada. Cero patatero. Mucha palabrería y poco trabajo productivo por y para los huercalenses. ¿Y ahora se ofrece como garantía de cambio? ¿De cambio a las políticas del Partido que echaron del gobierno por corrupción? No gracias, eso forma parte del pasado.
Estos días recuerdo cuando, en el año 2012, desde la concejalía de Hacienda propuso, como medida estrella, gravar con 20.00 euros la apertura de negocios “chinos” con más de 700 metros cuadrados porque sus precios no eran competitivos, intentando, según ella, favorecer al comercio local. Poco tiempo después, en junio de 2014, el Ayuntamiento de Huércal Overa elimina ese gravamen a los chinos, sin explicación alguna, sin bombo y platillo como antes. Poco tiempo después, su padre alquila un local para un bazar chino. Garantía de cambio, de cambio para mí.
Ahora, la candidata del PP, se pone detrás de la pancarta, pide educación y sanidad, cuando, desde el Senado, apoyó leyes contra la educación y la sanidad pública y cuando los ayuntamientos del PP ponen trabas a la realización de nuevos colegios (Huércal Overa, Roquetas y El Ejido) o cuando ella misma despreció y atacó al Hospital de la Inmaculada, mintiendo deliberadamente, sin contrastar la información y tomando como ejemplo la sanidad gallega, que quiere cobrar a sus pacientes por comer y por hacerles la cama, la murciana, que quería cobrar la anestesia a las mujeres que abortaban o la madrileña que es ejemplo de privatizaciones y pérdida de servicios.
Gracias, señores del PP pero, con estos ejemplos, prefiero seguir con la estabilidad y el crecimiento, prefiero más educación, más sanidad, más empleo, más servicios sociales, más dependencia, más agricultura, en definitiva, más Almería y más Andalucía que nunca, más PSOE. Por eso pido el voto para Susana Díaz y para el PSOE de Andalucía, los únicos garantes de la justicia social y de la igualdad de oportunidades.
Si (
No(
