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Me llamo Salvador López Torres, tengo silicosis complicada con fibrosis máxima progresiva, en definitiva eso significa que me estoy muriendo
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Me llamo Salvador López Torres, tengo silicosis complicada con fibrosis máxima progresiva, en definitiva eso significa que me estoy muriendo

miércoles 19 de septiembre de 2018, 21:07h
Salvador es natural de Montemayor (Córdoba) tiene 47 años y es uno de los 20 afectados por silicosis que hay en su pueblo que cuenta con 4.000 habitantes y 7u 8 talleres que trabajan el silestone con un total de 40 trabajadores, por lo que el 50 % estarían afectados por esta enfermedad silenciosa y silenciada por la administración, organismos y por la Junta de Andalucía que viene haciendo la vista gorda.

Montemayor se encuentra situado en plena campiña cordobesa aunque vigilando desde su atalaya la misma. Si hoy nombramos este bonito pueblo no es para invitarles a hacer turismo sino para contarles,que destaca entre otros por tener entre sus habitantes el tanto por ciento más elevado de España de afectados por silicosis. Esto es el 50% del total de trabajadores que trabajan con este material.

- ¿Cómo se llama y de dónde es?

- Mi nombre es Salvador López Torres y vivo en Montemayor, provincia de Córdoba.

-¿Por qué se ha puesto en contacto con nosotros?

- Porque quiero contar que tengo silicosis complicada con fibrosis máxima progresiva.

-¿A qué se dedica?

-Ahora a nada, antes estuve en un taller trabajando las encimeras de Silestone.

-¿Cuántas personas trabajaban con usted en el taller?

- Éramos hasta que cerró, veinte personas, de las cuales siete hemos contraido silicosis, aunque con el paso de los diás irán saliendo más casos, tal es así que en Montemayor, un pueblo con 4.000 habitantes había siete u ocho talleres con un total de cuarenta trabajadores, de los que ya somos veinte con silicosis.

-Eso supone el 50%.

- Sí así es y lo peor es que va a más.

- Hábleme de su caso, ¿cuándo comenzó a trabajar el Silestone?

-Empecé en 1998 y estuve hasta 2013, aunque se me diagnosticó la enfermedad en el 2010.

- ¿Cómo fue?

-Comencé a encontrarme mal, me hicieron pruebas, vieron que tenía 3 manchitas en los pulmones de 3 mm. De 2010 a 2013 perdí la mitad de los pulmones y desde 2013 a día de hoy me queda el 28% de capacidad pulmonar.

-¿Cúal es el diagnostico?

-Silicosis complicada com fibrosis máxima progresiva. Antes pesaba 108 kilos ahora ya estoy en 70, antes podía con 100-120 kg y ahora con dos kilos como máximo.

-¿Cómo ha cambiado su vida?

- Mi vida ha cambiado totalmente, no puedo salir y me paso todo el día en la cama enganchado a una máquina de oxígeno no menos de 15 horas aunque debería estar 20 horas. No puedo asearme por mi mismo, ni hacer ningún esfuerzo, dependo de mi familia para todo.

-¿Qué soluccción le han dado los médicos?

-La solucción es que me muero, de hecho es lo que yo estoy haciendo, me estoy muriendo pues mi capacidad pulmonar es cada vez menor y ya no es posible el trasplante.

- Entonces, ¿Los médicos han descartado el trasplante?

-He tenido a uno de los mejores especialistas, el doctor Salvatierra y su equipo. Estuve una semana ingresado en el hospital Reina Sofía para ver si podía ser trasplantado, pero me diagnosticaron silicosis complicada y el doctor me dijo que era imposible mi trasplante, pues el riesgo era tan grande que me quedaría en la mesa de operaciones.

-¿Qué sucedió cuando pasó tribunal médico?

- Pasé el mismo como si hubiera tenido cáncer.

- ¿Por qué?

- Era mejor así. Cobro 1.000 euros y cuando me he planteado hacerlo diciendo que mi enfermedad no es cáncer sino silicosis, más que nada para que se sepa lo terrible que es esta enfermedad, han amenazado con dejarme la paga en 700 euros. Así que si denuncio que lo que padezco es silicosis me quitan 300 euros. Mi abogado me ha dicho que la demanda tardaría tres o cuatro años y para entonces ya estaré muerto. Es más cuando mi jefe se enteró que iba a hacerlo, fue en mi busca, yo estaba en la farmacia y me dio una paliza, rompiéndome incluso las gafas. Le denuncié y le condenaron a pagarme las gafas, luego cerró el taller ante el número (siete personas) que cogimos la enfermedad, entonces se declaró insolvente aunque siga trabajando a puerta cerrada

-¿Quién le ha amenazado con bajarle la pensión?

- Aunque de forma velada, la amenaza ha venido de la Seguridad Social.

-¿Qué le dice su abogado?

- Lo que le he comentado, que no merece la pena, que tardaríamos tres o cuatro años y que para entonces ya estaré muerto.

-¿De qué manera le ha afectado la enfermedad contraida a usted con su familia?

- Totalmente, mi mujer me ha dejado, cuando ya no sirves para nada y eres una carga, ya no es lo mismo. Vivo con mis hijos.

-Para terminar, tiene algo más que decir.

- A los fabricantes del Silestone quiero decirles que es veneno lo que están fabricando y que con el tiempo se darán cuenta del daño que están haciendo.

Gabriel Sánchez

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