Se han detenido a los siete integrantes de la organización y se han realizado dos registros domiciliarios y otro en un establecimiento de hostelería ubicado en el centro de la ciudad de Benidorm, que el cabecilla de la organización empleaba como tapaderas para blanquear el dinero obtenido ilícitamente.

La investigación tuvo su inicio cuando los investigadores supieron de la existencia de personas que se pudieran estar dedicando a la sustracción de vehículos de alta gama en Benidorm para venderlos posteriormente fuera del país. Los agentes determinaron que se trataba de una organización jerarquizada, donde cada uno de los integrantes tenía asignadas unas funciones dentro de la misma y tomaban altas medias de seguridad para evitar ser descubiertos por la policía.

Los autores examinaban minuciosamente los objetivos sobre los que más tarde actuarían. Estudiaban las zonas, horarios, vías de huida o rutinas de los propietarios de los vehículos que pretendían sustraer.

Algunos de los miembros de la organización eran grandes conocedores de la electrónica de diferentes marcas de vehículos de alta gama, siendo además adiestrados de manera escrupulosa por compatriotas suyos que viajaban a España con este único objetivo.

Una vez elegían el vehículo que iban a sustraer, se organizaban para llevar a cabo los robos. Mientras unos daban cobertura y seguridad, otro “atacaba” el sistema de diagnosis mediante tecnología innovadora para sustraer el vehículo. Una vez lograba su propósito trasladaba, escoltado por otros vehículos de la organización, el vehículo hacia una zona o lugar seguro por ésta, donde allí manipularían los sistemas de identificación del vehículo para más tarde venderlos a terceros para la comisión de otras actividades ilícitas.

La organización vendía los vehículos de alta gama que habían sido sustraído en la provincia de Alicante a narcotraficantes que operan en Cádiz, La Línea de la Concepción o de Algeciras. Éstos, utilizaban los coches robados para transportar los alijos de hachís que llegaban a través de lanchas planeadoras que proceden del norte de África. Eran sobre todo vehículos todoterreno de gran potencia y capacidad.

Cuando los investigadores lograron identificar a los componentes de la organización, establecieron un dispositivo durante la madrugada que culminó con la total desarticulación del entramado criminal.