Roger Lanctot, experto que trabaja con los fabricantes de automóviles en la monetización de datos como asesor de Strategy Analytics, ha afirmado que "las empresas están investigando cuáles son los comportamientos de los clientes y sus movimientos en pueblos, ciudades y carreteras". El vehículo será tan listo como KITT, el coche fantástico de la famosa serie ochentera de David Hasselhoff. Nos hablará y le contestaremos, la máquina velará por nuestros deseos mientras miramos el paisaje por la ventanilla.
La contaminación acústica se verá reducida gracias a la alta tecnología que incorporan los vehículos. El ambicioso reto se centraría en "reducir hasta en un 60% el número de coches que actualmente pululan en las ciudades", según Sylveira.
Ben Evans, uno de los grandes gurús de Sillicon Valley lo ha anunciado recientemente en su blog sobre tecnología. Y ojo, porque todo lo que predice Evans se cumple. En California, su palabra va a a misa: "Piensen en un campo de golf lleno de carricoches que recogen a los jugadores y los llevan de un hoyo a otro. Pues lo mismo va a suceder en los núcleos urbanos, todos serán coches taxis autónomos y el 80% sin conductor". Es decir, podremos dormir la siesta, leer un libro, trabajar, comer y, como el mismo Evans augura, "finalmente no será importante que nos transporten. Va a pasar como con el teléfono móvil, lo de menos con un smartphone es que puedes hablar".
Los fabricantes de automóviles están instalando conexiones inalámbricas en vehículos y recopilando datos. Otomono, una compañía tecnológica israelí, ya está en contacto con empresas que trabajan con los datos de los usuarios, al igual que Facebook, para recabar toda la información posible de los futuros viajeros de los coches autónomos. La tecnología 5G hará que se pueda llevar a cabo en menos de diez años. La inteligencia artificial combinada con software y sensores instalados ofrecerán un gran número de servicios a los viajeros.
Los primeros vehículos autónomos que van a circular libremente, según Evans, "son los camiones". El transporte de grandes cargas se realizará sin un piloto humano. El desarrollo de estos grandes vehículos se está llevando a cabo sobre la base de carreteras en Estados Unidos, en las autopistas. La facilidad que tienen de viajar en dirección recta posibilitará la autonomía total sin necesidad de un camionero o transportista al volante. Sin embargo, aún está por ver cómo van a desenvolverse estas máquinas por un pueblo o una ciudad con callejuelas estrechas, ya que todavía entraña algún peligro, aunque no para los peatones, sino para el propio vehículo que puede no controlar y dañar su carrocería.
En base a esto último, el principal desafío, según estiman las compañías del motor, no sería cuándo vamos a tener coches independientes. El quid de la cuestión está en "dónde" van a circular. Las carreteras y autovías se deberían ir adaptando a los nuevos modelos inteligentes que ahorrarán a los usuarios el estrés de aguantar los eternos semáforos en rojo o el cansancio de buscar un aparcamiento.
Este fenómeno casi de ciencia ficción no sólo está sucediendo en Estados Unidos. España ya se encuentra entre los países que están probando los coches que circulan solos. El presidente de Teléfonica, José María Alvarez Pallete, anunciaba recientemente el primer autobús autónomo de la mano de la compañía Ericcson en Talavera de la Reina. Sin conductor y con tecnología 5G, el minibus circulaba tranquilamente con usuarios por la localidad toledana.
Los centros de las ciudades se declararán "autónomos" y los vehículos permitidos serán los autobuses y automóviles autónomos. Así lo prevé otra de las empresas tecnológicas española, Drotium, con sede en León y asociada a su universidad. En estos momentos, estarían esperando a que el Ayuntamiento de León les otorgue la licencia correspondiente para que comience a circular su primer coche sin conductor por la ciudad.
Por su parte, el Gobierno de Portugal ha anunciado un acuerdo con las autoridades españolas para crear dos corredores, entre Oporto y Vigo y entre Évora y Mérida que sirvan para probar los vehículos sin conductor, una idea que pretende transformar la Península Ibérica en una de las áreas innovadoras para este negocio, según publica el diario luso Público. Así que si usted ve pasar un coche sin conductor, no se asuste, no es ninguna alucinación, los prototipos experimentales pronto empezarán a viajar por nuestras carreteras, siempre y cuando los políticos lo permitan
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