La Audiencia Nacional acordó el pasado lunes conceder la libertad bajo fianza de 300.000 euros para Ángel María Villar, acusado de varios delitos de corrupción durante su gestión al frente de la Federación Española de Fútbol.
El todavía, aunque suspendido por un año, presidente de la RFEF que lleva en el cargo 30 años, está acusado de administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares y falsedad documental, entre otros delitos. Delitos que también recaen sobre los otros dos imputados, uno de ellos su hijo.
"De lo hasta ahora investigado se desprende que siguen existiendo motivos para acusarles criminalmente de los delitos" y añade el juez en su auto "resulta oportuno modificar la situación personal de los tres".
Recordemos que el juez Santiago Pedraz impuso a Villar la obligación de comparecer semanalmente ante el juzgado y que le retiró el pasaporte y embargó sus cuentas como medida cautelar, encarcelando a Villar, a su hijo Gorka y al vicepresidente económico de la Federación, Juan Padrón, quienes junto a Villar se lucraron supuestamente con partidos de la Selección Española. Con estas acciones entiende que hace difícil que obstaculicen la instrucción judicial y que exista riesgo de fuga.
Para Gorka Villar, el magistrado ha impuesto una fianza de 150.000 euros, mientras que para Padrón la ha fijado en 300.000 euros.
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