El Getafe le plantó cara al Barcelona y le echaron una manita a los atléticos. El Atlético de Madrid se situa a siete puntos del Barça.
El Getafe se mostró correoso en el campo del líder, de donde arrancó un empate trabajado. El Barça se presentó al partido con una defensa de circunstancias, pero lo que le falló fue el ataque; no ya sin puntería, sino sin clarividencia necesaria para crear ocasiones claras. Atrás, Digne cumplió con creces fuera de su demarcación habitual, formando con Yerry Mina una extraña pareja que, probablemente, no se repetirá.
El Getafe presionó esperar al Barça muy atrás y jugando al contragolpe. Salió varias veces tras arrebatarle el balón a su contrario y lo hizo con peligro. Tras una pérdida de Yerry Mina, en su primer partido como titular, pudo sorprender. En otra, el defensa colombiano lo pasó mal para contener a Ángel, pero acabó desviando a córner el remate del delantero.
El Barça, con Iniesta en el banquillo y Coutinho perdido, dependía en exceso de Messi. Cuando el argentino recibía y se iluminaba, el equipo se aproximaba al área de Guaita. No obstante, el portero azulón no tuvo que mancharse los guantes en el primer tiempo. Poco antes del descanso, Fernández Borbalán acertó al anular un golazo de Luis Suárez en fuera de juego.
Tras el descanso, el Barça metió una velocidad más y comenzó a acechar a Guaita: un remate de Suárez a espaldas de la defensa (y en posible fuera de juego), un disparo lejano de Coutinho... El Getafe siguió a lo suyo, con el punzante Ndiaye. En una contra, Gaku trató (sin éxito) de sorprender al adelantado Ter Stegen. Además, Antunes dio un susto más al Camp Nou al enganchar una volea.
Valverde recurrió a Iniesta y Dembélé por Coutinho y Alcácer, ambos discretísimos. En el Getafe, Bordalás hizo debutar al recién llegado Flamini en lugar del delantero centro, Ángel.
Aun con Iniesta, al Barça le costaba horrores llegar. Prueba de ello es que sus mejores ocasiones en el último tramo de partido fueron dos cabezazos de Mina, el primero manso y el segundo picado, con mucha más intención, que a punto estuvo de coronarle. En el descuento, llegó un cabezazo más, esta vez de Suárez a centro de Dembélé. Guaita, segurísimo toda la tarde, retuvo el empate.
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