Sin el más mínimo pudor, sin contar con el pueblo, por la cara, así ha actuado la realeza con el Rey Felipe VI a la cabeza, siguiendo el ejemplo de su padre con él para parpetuar una institución arcaica que no tiene el beneplácito de la ciudadanía.
Hoy le ha entregado el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro a la heredera de la Corona, la Princesa de Asturias. Lo ha decidido él, es decir nos lo ha impuesto sin preguntar si queremos o no seguir manteniendo o no dicha institución.
Felipe ha subrayado, dirigiéndose a su hija las "exigencias" y responsabilidades que implica su condición, pero ¿ qué exigencias?, exigencias las que tiene un padre de buscárselas cada día par dar de comer a sus hijos. El rey nada ha dicho de los privilegios. Por lo dicho parece que el favor nos lo hiciese él y la que será su sucesora. "Te guiarás permanentemente por la Constitución, cumpliéndola y observándola; servirás a España con humildad y consciente de tu posición institucional; y harás tuyas todas las preocupaciones y las alegrías, todos los anhelos y los sentimientos de los españoles".
Palbaras altisonantes, pero vacias de beneficios para el pueblo y cargadas de beneficios para ellos, para los borbones.
El Rey ha explicado que ha decidido celebrar así el día "especial" de su 50 cumpleaños "para poner de relieve, con la mayor solemnidad y simbolismo", su "compromiso personal e institucional con España". Un compromiso, ha dicho, que "hunde sus raíces en la historia de España", pero lo "actualiza y da plena vigencia democrática la Constitución de 1978, aprobada por el pueblo español", y "se renueva día a día, con dedicación y espíritu de servicio, con lealtad y con responsabilidad".
El jefe de Estado le ha recordado a su hija que recibir el Toisón implica, como heredera, "unas responsabilidades especiales", que deberá asumir inspirada por valores e ideales profundos.
"Tus acciones, todas, deberán guiarse por el mayor sentido de la dignidad y la ejemplaridad, por la honestidad y la integridad, por la capacidad de renuncia y de sacrificio, por el permanente espíritu de superación, y por tu entrega sin reservas a tu país y a tu pueblo", ha remarcado. Y le ha recordado que deberá "respetar a los demás, sus ideas y creencias" y amar la cultura, las artes y las ciencias.
El Rey ha tenido también palabras para su padre, el Rey Juan Carlos, "impulsor y promotor imprescindible de la Transición española" y a quien hay que "agradecer su liderazgo para lograr el sistema democrático" que tiene hoy España.
Solo nos queda derecho al pataleo, ellos se lo dicen todo, de ellos para ellos salen los halagos, aunque del dicho al hecho exista un largo trecho que pasa por el poco aclarado suceso del 23 F, o de donde ha salido la fortuna del rey, o como se ha aplicado la justicia a la infanta, de los desmanes reales y tantas cosas más sin aclarar.
Así rizando el rizo Felipe dando pompa a su abuelo, que para todos estos sufridos servidores ha habido cera, ha dicho: "Luchó de forma incansable para lograr la España en la que hoy vivimos y es un ejemplo para todos de amor a la Patria, a la que añoró cada día del tiempo que tuvo que vivir lejos de ella y a la que siempre quiso y sirvió con generosidad", ha dicho de él el Rey y que habría que poner en cuarentena.
Felipe VI se ha expresado así tras imponer a Leonor un lazo de la Insigne Orden del Toisón de Oro a la Princesa de Asturias. Leonor será titular del Collar que perteneció a su bisabuelo, Juan de Borbón, pero en la ceremonia no se le ha impuesto el collar sino un lazo con una miniatura del vellocino, símbolo de la Orden. Tras recibir el lazo, la niña ha hecho una reverencia a su padre y acto seguido ha acudido a saludar a la Reina, a su hermana y a los Reyes Juan Carlos y Sofía.
El acto, celebrado ante todos los poderes del Estado, ha tenido lugar en la Salón de Columnas, un espacio reservado para acontecimientos solemnes: allí firmó el Rey Juan Carlos su abdicación y en 1985 el Acta de Adhesión a las Comunidades Europeas. La concesión del Toisón de oro es un acto cargado de simbolismo dinástico y de institucionalización de la figura de la Princesa de Asturias. El propio Felipe VI lo recibió en 1981.
Con motivo de este 50 cumpleaños, hace unos días la Casa Real difundió una serie de imágenes inéditas de la familia, en formato de fotografía y vídeo. En parte de ellas se podía ver a la Princesa Leonor y a la Infanta Sofía contemplando la grabación del mensaje de Navidad del Rey, a Felipe VI al volante junto a la Reina y sus hijas camino del colegio mientras la mayor repasa la tabla periódica o el almuerzo familiar de un sábado o el Rey a bordo de un helicóptero durante su reciente viaje a Gran Canaria. Nos vendieron su vida de tal manera que nos hicieron creer que era igual que la nuestra.
Nada más lejos de la verdad.
Unas imágenes inéditas sobre la vida privada de don Felipe. Una actitud que ha sorprendido a todos por su extrema atención con sus hijas y el cariño y cercanía que muestra a su esposa, la reina Letizia, pero no distinta de la que cualquier padre le tiene a los suyos aunque sumándole el sufrimiento de no llegar a final de mes.
Dicho esto Felipe da a entender el gran acrificio que hace por sus lacayos, esos a los que ha querido vender la moto. Pero ¿ lo ha conseguido?