Además, Carles Puigdemont cuenta con el antecedente del exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, a quien el juez ya ha negado la posibilidad de asistir a los plenos. Sus argumentos son extrapolables al expresident. Pablo Llarena justificó su decisión en "la posibilidad de que su liderazgo volviera a manifestarse con movilizaciones ciudadanas colectivas violentas". Y concluyó que permitir "unas conducciones de salida y retorno del centro penitenciario, en fechas y horas determinadas, con destino conocido", pueden "impulsar un grave enfrentamiento ciudadano".