Bertín Osborne está sobrepasado por la repercusión de un asunto del que informamos en Esdiario en primicia. Se trata de un negocio de restauración que el cantante puso en marcha bajo el nombre de El rincón de Bertín en régimen de franquicia. El tirón de artista hizo que fuera varias las personas interesadas en subirse al carro culinario de Bertín. Creían que sería un éxito dado lo que arrastra el jerezano.
Parecía que la iniciativa de Bertín funcionaba hasta que un grupo de franquiciados reveló en exclusiva a Economía Digital: "Nos sentimos engañados por el incumplimiento de los contratos. No se ha hecho publicidad ni se ha prestado ningún servicio". Además añadieron que el verano pasado, descubrieron que El rincón de Bertín "no estaba inscrito en el Registro Nacional de Franquicias pese a operar como tal".
Los franquiciados exigen una indemnización como compensación a una inversión que les ha acarreado pérdidas ya que les han dejado abandonados a su suerte. En caso de no alcanzar un acuerdo, sentarán a Bertín Osborne en el banquillo para que responda ante la Justicia. Sin duda, la noticia ha dado para mucho, y es que todo lo relacionado con el artista tiene gran repercusión.
Acostumbrado a la buena vida desde la cuna, Bertin desconoce lo mucho que cuesta salir adelante y la rabia que da que te engañen.La fama no puede ser sinónimo de pasar por encima de los demás.Una cara bonita o un apellido de postín no te da patente de corso para aprovecharte del incauto.Tampoco las lágrimas surten efecto cuando el que ha confiado en tu propuesta se siente estafado.
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