Fue su yerno cuando a eso de las tres de la tarde de este jueves se presentó en el domicilio porque según dijo, no contestaban a las llamadas. Se los encontró muertos con claros signos de violencia. LLamó a la Policía Municipal de Bilbao que no tardarían en acudir. Tras una breve inspección se pusieron en contacto con la Ertzaintza que se hizo cargo de la investigación.
"Todas las líneas de investigación permanecen abiertas", han dicho desde el cuerpo policial autonómico. Todo apunta que se tratara de un robo, esta hipótesis ha cobrado fuerza después de advertir que el piso estaba revuelto, pero todos conocian que era un matrimonio muy humilde que apenas llegaba a final de mes.
Los que les conocían dicen de ellos: "Era un matrimonio majísimo".
Rafael y Lucía eran apreciados, vivían desde hace varias décadas en el número 16 de la calle Zizeruena y eran muy queridos por los vecinos. La gente tiene miedo, la sensación que predomina ahora en el barrio es que cualquiera podía haber sido la víctima. La sensación de inseguridad se ha adueñado de la barriada. La Coordinadora de grupos y asociaciones de Otxarkoaga en un comunicado publicado ayer viernes en su Facebook ha dicho "No queremos más palabras bonitas, ni promesas, queremos soluciones a una situación que desgraciadamente se esta repitiendo. Otxarkoaga es un barrio vivo, amable y solidario. No nos merecemos que sucedan este tipo de sucesos", critican en el texto, en el que se llama a los vecinos a movilizarse este viernes a las ocho de la tarde.
Asimismo, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha trasladado su "más absoluta condena" por las dos muertes y ha anunciado que habrá una mayor presencia policial en las calles tras lo ocurrido. "En nuestra ciudad quien la hace siempre la paga y deberá responder ante la justicia".
Desde el cuerpo policial aseguran que la investigación avanza, que se siguen dando pasos para el esclarecimiento del asesinato.
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