Esta imagen vale su peso en oro. Lo sabe muy bien el president destituido Carles Puigdemont, provocador como pocos.
El pasado lunes por la tarde subió en la red social Instagram una fotografía de dos personas caminando por una carretera cerca de la frontera entre España y Francia.
Pero la elección del lugar no es casual, la misma esconde una alta carga simbólica, dado que precisamente esta carretera que une Camprodon y Prats de Molló fue la que usaron muchos exiliados durante la Guerra Civil española para huir a tierras galas. Además, desde Prats de Molló el president Francesc Macià y Estat Català perpetraron el abortado intento de invasión del territorio catalán el año 1926 -en plena dictadura de Primo de Rivera- para proclamar la República.
Provocador, en el pie de foto que acompaña la imagen reza un simple Camins..., quien sabe si una referencia del president cesado a una de sus canciones favoritas de Sopa de Cabra, que se titula así y que el propio Puigdemont tocó con la guitarra en una gala de RAC1.
En el fondo de la fotografía también se puede identificar la caserna de la Guardia Civil del norte de Camprodon. Todo ello en plena incertidumbre sobre la investidura del próximo presidente de la Generalitat y con el gran interrogante que se cierne sobre la nueva legislatura: desvelar si Carles Puigdemont volverá de Bruselas a Catalunya para ser investido. Al respecto, este mismo lunes se ha barajado la posibilidad de que Puigdemont vuelva a Catalunya una vez ya investido president, sin concretarse cómo se materializaría tal investidura.
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