Como saben Carles Puigdemont fue cesado el 27 de octubre en aplicación del 155.
Pero tras el cese debe llegar la liquidación y esta aún no se había hecho efectiva, es decir que no le habían ingresado. Ha sido ahora como a cualquier trabajador despedido de su trabajo y aún habiéndose exiliado en Bruselas o siendo un huido de la justicia, o lo que es lo mismo un delincuente, tiene derecho a disfrutar del finiquito por conceptos como las extras y las vacaciones no disfrutadas.
Así la Generalitat de Cataluña ha procedido en estos días a la revisión automática de su contrato y ha concluido que debe percibir unos 7.000 euros.
Sin embargo una vez revisado y requeterevisado habrá que esperar un poco más. El pago está pendiente de es última revisión sobre la normativa aplicable a las vacaciones no disfrutadas para que no cobre de más. Desde hacienda aseguran que se le abonará como al resto de cargos cesados.
A partir de ahora Puigdemont será Don sin din, no en vano se sigue autoproclamando que es el presidente legítimo, en cada una de sus intervenciones en mítines de campaña, e incluso en el 'spot' de Junts per Catalunya, que se cierra con el eslogan "Para que vuelva el 'president', vota al 'president", aunque eso sí sin que vea un duro.
Un varapalo para el candidato que ahora tendrá que decidir si acepta la cantidad que le corresponde o la rechaza como ya hizo con la pensión a la que tenía derecho. El símbolo del final, del aquí tiene la cuenta o del a tomar por culo.
Hacienda asegura que a efectuar el pago en los próximos días aunque investiga todos los conceptos de la liquidación para comprobar que no se han producido errores. El cómputo incluye las cantidades correspondientes a los días trabajados y no pagados hasta la fecha del cese, más la parte proporcional de las pagas extraordinarias y las vacaciones pendientes por disfrutar.
Precisamente este último punto ha provocado que el Ministerio dilate el abono e investigue si la normativa contempla también el pago de los días de descanso que no pudo cogerse durante el tenso verano previo al 1 de octubre, fecha del referéndum de independencia. En definitiva que Puigdemont tendrá que cobrar unos 7.000 euros a no ser que Hacienda compruebe que la liquidación es errónea, de ser así le reclamará el reembolso de la cantidad que corresponda.
Pero no solo Puigdemont recibirá el dinero. El Ejecutivo catalán ha realizado también la liquidación de las nóminas del resto de miembros del Govern cesado. Entre estos está Oriol Junqueras, reo en la prisión de Estremera y acusado de delitos de rebelión, sedición y malversación por el Tribunal Supremo. También lo recibirán Raül Romeva, Meritxell Borràs, Joaquim Forn, Carles Mundó, Santiago Vila, Dolors Bassa, Josep Rull, Meritxel Serret, Jordi Turull, Toni Comín, Lluis Puig y Clara Ponsatí. También de sus asesores y cargos de confianza que cesaron con ellos, algunos de los cuales han comenzado a plantear contenciosos contra el 155 para recuperar su puesto y su sueldo.
Durante el tiempo que gobernó la Generalitat, es decir, desde enero de 2016 hasta su cese, percibió un sueldo anual cercano a los 140.000 euros brutos. A finales de octubre renunció al sueldo que les correspondería como expresidente catalán después de que Montoro le diera un plazo de 10 días hábiles para decidir si solicitaba acogerse al Estatuto de expresidentes de la Generalitat y cobrar de ese modo la pensión que le correspondería, unos 112.000 euros al año.
Entonces su argumento fue que consideraba, pese a presentarse como candidato a las elecciones del 21-D convocadas también por la aplicación del 155, que aún es el presidente de Cataluña. No aceptó haber sido cesado por el Gobierno y, en consecuencia, tampoco la condición de expresidente y el sueldo que lleva aparejado. Tendrá ahora que decidir desde Bélgica si también opta por decir no a la liquidación de su nómina.
Si (
No(
