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Operación Nazarí

Operación Nazarí

lunes 27 de noviembre de 2017, 13:45h

La trama corrupta liderada por Torres Hurtado y sus dos colaboradores Isabel Nieto y Manuel Lorente, que operaba saltándose la legalidad, la jerarquía del área de Urbanismo y presionaba a los funcionarios para amañar contratos con los principales promotores urbanísticos de Granada.

La investigación fue llevada a cabo por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF).

El lugar, Granada. Allí en el Ayuntamiento granadino, el alcalde era el exdelegado del gobierno en Andalucía, el todopoderoso Torres Hurtado.

En la ciudad de la Alhambra la trama corrupta se convirtió segun la UDEF en una verdadera "organización criminal".

Los hechos forzaron nla dimisión forzada deJosé Torres Hurtado en aquel momento, alcalde de Granada.

Según la UDEF, Torres Hurtado era el líder de un engranaje perfectamente articulado en el que se beneficiaba a los principales empresarios de la construcción granadina. Una organización jerárquica que nada tenía que ver con la que en teoría tenía el área municipal de Urbanismo, donde las presiones y las amenazas hacia de los funcionarios marionetas en manos del alcalde. Convenios redactados sabiendo que eran ilegales, Tratos de favor, amaños de concursos, todo valía para el exalcalde de Granada que tras el escándalo fue citado por la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Granada, María Ángeles Jiménez Muñoz, explicando que él no sabía nada.

Pero al parecer según la UDEF, No solo sabía lo que ocurría sino que además lo permitía y era partícipe. Para ello contaba con Isabel Nieto como concejala y Manuel Lorente como gerente y posterior director de obras. Ambos eran los encargados de manipular y dirigir el área de Urbanismo.

Lorente, uno de los funcionarios que más años han estado en el Ayuntamiento de Granada dimitió como gerente en 2008, aunque continuó ocupando un alto cargo en el Consistorio como director de obras, actuando como el máximo responsable del área. No había decisión de calado que no pasase por su supervisión y prueba de ello la dan tanto el exdirector de Urbanismo, Jacobo de la Rosa, como otros funcionarios como el asesor jurídico, Manuel Navarrete o Beatriz Sánchez Galiana, técnica en la dirección de Licencias que estaba a las órdenes de Emilio Martín Herrera, estrecho colaborador de Lorente.

Torres Hurtado sostiene que él no tenía trato con Manuel Lorente, pero según el sumario, miente. Por lo que se desprende de la investigación, Torres Hurtado estaba al día de lo que ocurría en Urbanismo, tanto que al ganar de nuevo, su concejal que en ese momento era Luis Gerardo García Royo, no repitió y colocó en el mismo a Isabel Nieto para que desbloquease los convenios pendientes con José Julián Romero, uno de los promotores más importantes.

Según la investigación de la UDEF, quienes no seguían las directrices marcadas desde lo alto de la "organización criminal" debían atenerse a consecuencias. En todo caso si no lo hacían, el propio área de Urbanismo que entre Torres Hurtado, Isabel Nieto y Manuel Lorente habían tejido, se reorganizaba a su parecer para puentear a determinados funcionarios. De ese modo había quienes hacían informes jurídicos favorables sin estar facultados para ello, como es el caso de Emilio Martín Herrera, que entre otros cargos fue el subdirector de Edificación.

Aunque la investigación policial concluye que la trama corrupta podría llegar incluso hasta el año 2001 cuando gobernaba en Granada un tripartito con el PSOE a la cabeza, los expedientes que se investigan parten sobre todo de la época del PP en el Ayuntamiento de la capital. Aunque de la primera legislatura, la que va desde 2003 a 2007, el que era concejal de Urbanismo, Luis Gerardo García Royo, no repitió para la segunda porque frenaba muchos convenios que debían salir adelante para los intereses particulares de Torres Hurtado, Lorente y los promotores urbanísticos señalados en la causa. Por eso en septiembre de aquel 2007, el exalcalde nombra a Isabel Nieto como concejal del área empezando la época más intensa de los expedientes que se investigan en la 'Operación Nazarí'.

José Julián Romero era hasta la llegada de la crisis económica, él era el principal promotor de la ciudad. Casi todas las obras de importancia desde mediados de la década de los 90 hasta el año 2008, llevan su firma. Otro era Roberto García Arrabal con el que Romero llegó a tener alguna sociedad conjunta aunque según el propio García Arrabal nunca se entendieron por tener formas de ser muy diferentes. No obstante Roberto García Arrabal ha sido hasta la fecha el promotor de los principales edificios que se ha construido en Granada en la última década. Desde el centro comercial Serrallo hasta el Pabellón Mulhacén o el edificio Progreso. Los tres investigados dentro de la 'Operación Nazarí'. Otro es Enrique Legerén, que fuera presidente de los constructores granadinos y actual tesorero de la directiva que los engloba en la Asociación de Constructores y Promotores y el único de los empresarios que no fue detenido el pasado mes de abril. No en vano su relación con la causa también es estrecha por haberse beneficiado con SierraPark, la empresa que tiene con José Julián Romero, de la concesión del expediente de los aparcamientos públicos de la ciudad de Granada gracias a la mediación de Manuel Lorente.

Pero según nla UDEF la organización la encabezaba José Torres Hurtado. Éste contaba con una extensa red basada en intereses urbanísticos privados. El sumario de la 'Operación Nazarí' destapa el perjuicio que los trece años en la alcaldía de Torres Hurtado ha provocado para las arcas municipales. Sin embargo tal y como se ve, no es lo único grave de la investigación. Las amenazas, los tratos de favor, la reorganización dentro de Urbanismo y las relaciones personales de los imputados entre sí, dibujan una "organización criminal" que se ha mantenido en el tiempo tal y como recoge la UDEF en su instrucción.

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