Sigue la fuga de empresas catalanas.
La fuga de empresas catalanas parece no tener fin. Son ya más de 2.000 las que han cambiado su seds social fuera de territorio catalán. Seis de las siete que cotizan en el Ibex 35. La única que no lo ha hecho es, laboratorios Grifols.
Las grandes se han ido, pero también medianas y pequeñas se han marchado según los registradores. La pasada semana lo hicieron más de 300 empresas. A ello hay que sumar la fuga de grandes capitales, uno de estos es el de la familia Fradera, toda una institución en Cataluña.
Los Fradera eran propietarios de la cementera Uniland. Rosa Fradera Lloret, y sus hijos también se han largado, abandonando su sede en la Ronda Universitat de Barcelona para establecerse en la calle Velázquez de Madrid.
Cabalian el grupo propiedad de los Fradera posee unos activos de 85 millones, de los que 61 millones corresponden a inversiones financieras a largo plazo, 14 millones a inmuebles y 19 millones a tesorería. La empresa contabiliza unos fondos propios de 74 millones de euros.
En Ronda Universitat, Raquel Fradera Lloret tiene domiciliada la sociedad de cartera Lumbier de Inversiones que administra unos activos de 232 millones. Dicha sociedad tiene bienes en Barcelona, Alemania, Luxemburgo y Hong Kong, valorados en 130 millones que con la situación de incertidumbre política que atraviesa la comunidad no descarta trasladar también este holding a Madrid.
Los Fradera y sus socios los Rumeu vendieron la cementera Uniland a la constructora madrileña FCC que la adquirió por 1.900 millones. Ahora ese dinero y las inversiones pueden cambiar de residencia gracias a la situación provocada por el independentismo y en especial por el prófugo Puigdemont.
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