Un fuerte terremoto de magnitud 7,7 en la escala de Richter ha afectado al noroeste de Myanmar (Birmania) durante la mañana del viernes, y su intensidad se ha sentido en algunas áreas de Tailandia, país vecino. Hasta el momento, más de 200 personas han perdido la vida y al menos 700 han resultado heridas. Sin embargo, los informes oficiales podrían cambiar en las próximas horas, ya que, según informan medios locales, el alcance del desastre todavía es incierto y se anticipa que "el número total de muertos y heridos pueda aumentar significativamente una vez que se conozcan las consecuencias de este desastre natural".
Luego del intenso sismo, una réplica de magnitud 6,4 volvió a sacudir los territorios afectados apenas unos minutos después. Esta situación ha causado numerosos daños, especialmente en Mandalay, la segunda ciudad del país. Como resultado, las autoridades birmanas han solicitado ayuda humanitaria internacional y han declarado el estado de emergencia en seis regiones: Sagaing, Mandalay, Magway, el noreste del estado de Shan, Naipyidó y Bago.
Los servicios de rescate del país han confirmado la muerte de más de 20 personas que quedaron atrapadas en el derrumbe de la mezquita de Shwe Pho Shein, ubicada en Mandalay, donde varios edificios han sido completamente destruidos por el sismo. La operación de emergencia ha comenzado con el objetivo de rescatar con vida al mayor número posible de afectados. "Estábamos rezando cuando empezó el temblor... Tres personas murieron en el acto", relatan testigos.
El colapso de un importante hospital en la capital de Myanmar, Naipidó, ha provocado la muerte de otras 20 personas a causa del terremoto. "Dan de cifra inicial 20 muertos", han informado fuentes oficiales. Además, la ciudad ha sufrido daños considerables en diversas estructuras. Las sedes del Ministerio de Asuntos Exteriores y del Ministerio de Trabajo se encuentran entre las afectadas, y algunos medios locales indican que el aeropuerto también podría haber sido impactado por el sismo. En particular, se menciona que la torre de control se habría derrumbado, resultando en la muerte del personal allí presente. Según Europa Press, "no hay manera de verificar este balance de forma oficial todavía".
Las autoridades de Birmania han informado que están realizando labores en otras áreas afectadas, incluyendo Taungoo, ubicada en la región de Bago, con el fin de verificar la cantidad de víctimas del devastador terremoto. Según los residentes, al menos 14 personas podrían haber perdido la vida bajo los escombros de los edificios que se derrumbaron en esta localidad.
La junta nacional birmana ha contabilizado hasta ahora más de 200 fallecidos y ha solicitado la asistencia de la comunidad internacional para ayudar a un país que ya enfrentaba una crisis humanitaria con tres millones de desplazados.
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