La identificación del banco que prestó más de nueve millones de euros a Vox el año pasado para financiar las campañas municipales y generales sigue sin aclararse. Santiago Abascal no ha querido proporcionar esa información, a pesar de que la ley de financiación de partidos les exige hacerlo.
La formación de ultraderecha argumenta que prefiere no revelar nombres para evitar la "demonización" del banco que les otorgó el préstamo. Sin embarco con esta actitud Abascal está cometiendo un fraude de ley al incumplir el artículo 14.8 de la ley de financiación de los partidos políticos que establece de manera clara que cada partido político tiene la obligación de mostrar en sus páginas web, dentro de un plazo máximo de un mes a partir de la fecha de envío al Tribunal de Cuentas, que es el 30 de junio de cada año, el balance, la cuenta de resultados y, especialmente, el monto de los créditos que aún están pendientes de amortización, especificando la entidad que los concedió.
Desde 'El País', apuntan a una entidad financiera húngara vinculada al primer ministro Víktor Orbán.
Las Cuentas Anuales del Ejercicio de 2023 de Vox revelan que se solicitaron dos préstamos para cubrir los gastos y financiar las campañas electorales del año anterior. En particular, el crédito destinado a las elecciones nacionales del 23 de julio asciende a aproximadamente 6,5 millones de euros, cifra que se amplió con otros 192.082 euros adicionales.
Por otro lado, para las elecciones autonómicas, la cantidad solicitada fue de 2,6 millones de euros en el caso de las municipales.
En junio, cuando se hicieron públicas las cuentas del partido, la memoria reveló que ya se habían reembolsado 1,8 millones correspondientes al capital prestado para las elecciones municipales. Sin embargo, todavía quedaba por pagar una suma de 7.386.574 euros.
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