. Junts pel Sí y la CUP están negociando la manera en la que proclamar la declaración de independencia, así lo ha asegurado la diputada de la CUP Mireia Boya, para la que la prisión preventiva de los presidentes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, a los que califica " presos políticos" es un ataque a la democracia y a los derechos del pueblo catalán.
Para Boya se dan las condiciones necesarias para proclamar la república, despues del apoyo mostrado por los independentistas en las calles de Barcelona. Asegura que "se aplicará la ley de Transitoriedad Jurídica para iniciar el proceso constituyente". “Buscamos el mejor momento para hacerlo, pero será en los próximos días, mucho más ahora ante el contexto extremadamente el contexto represivo del Estado“.
Así mismo Boya ha dicho que "la república catalana ya no es un deseo, sino una necesidad básica para garantizar derechos fundamentales”.
Se desconoce, pues no ha querido dar detalles, cómo se llevará acabo la proclamación.
De lo que no hay duda es que desde la CUP, se hara caso omiso a la anulación por el Tribunal Constitucional de la Ley de Referéndum ante lo que dice" esa ley no habla específicamente de una votación parlamentaria para la declaración de independencia, por lo que no es imprescindible”.
Boya dice que "la CUP espera que Catalunya Sí que es Pot se sume a la fórmula que van a plantear con Junts pel Sí para proclamar la república”.
Mientras tanto, la CUP sigue calentando el independentismo y ha animado la ciudadanía para que “recupere el espíritu unitario del 1 y 3 de octubre, cuando se realizó el referéndum y cuando unas 700.000 personas salieron a la calle en Barcelona para protestar por la violencia policial". “Pedimos que nadie se quede en casa, que ningún silencio sea cómplice del Estado español."
En relación al encarcelamiento de los dos lideres independentistas, Boya los equipara a los consejos de guerra del franquismo, ante lo cual ha afirmado que el Estado “persigue ideas” y que ha decidido “aplastar a la disidencia”, porque la respuesta al diálogo de Carles Puigdemont a Mariano Rajoy son “nuevos presos políticos”.
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