El comité de huelga de CGT ha sido muy paciente intentando buscar vías de entendimiento, de ahí los tres intentos frustrados de mediación ante el SERCLA, pero la soberbia y mala fe demostrada por la representación de la empresa ha impedido alcanzar acuerdos satisfactorios que eviten la conflictividad, fundamentalmente porque cuando se acercaban posturas la empresa modificaba y retrocedía hasta provocar la ruptura de las negociaciones.
CGT es la segunda fuerza sindical en la empresa con cinco miembros en el comité.
Los actos de protesta que acompañaran a los paros del martes 23 y huelga total del viernes 26 se visibilizarán a la entrada del PTA ambas jornadas con sendas marchas cangrejo a paso de tortuga (lentas y caminando hacia atrás) desde las 7h de cada jornada, simbolizando claramente la situación de retroceso lento y sin pausa de las condiciones sociolaborales y económicas de la plantilla.
Los motivos que llevan a la huelga son fundamentalmente incumplimientos de normas y de la legalidad vigente en materia de clasificación profesional, calendario laboral, permisos y licencias, teletrabajo, falta de adaptación de los puestos de trabajo a las condiciones mínimas de seguridad y salud, necesidad de incremento de la limpieza y mantenimiento del centro de trabajo, la política sancionadora… y por otra parte la imperiosa necesidad de contar con un convenio colectivo propio en el que la actividad desarrollada por las personas trabajadoras se vea reflejada y compensada adecuadamente tanto en cuestiones sociales como laborales y económicas.
CGT lamenta tener que recurrir a la huelga, pero la cabezonería de la empresa en mantener la precariedad de sus profesionales y mantenerse al margen de la legalidad en muchos aspectos de las relaciones laborales, la hacen imparable y necesaria, para hacer valer el raciocinio lógico en una empresa con beneficios millonarios a costa de su maltratada plantilla.
Frente a “BUKIT NOS DEJA EN LA INDIGENCIA” la dignidad de la plantilla