Sin embargo, motivos han tenido, como cuando se ponía de relieve la incapacidad del Tribunal de Cuentas para investigar el destino de los recursos a la recuperación económica, tras la pandemia y la falta de transparencia en la gestión de estos fondos. Además, recordemos que se colocó a un miembro cercano a Sánchez, como líder del Tribunal de Cuentas, hecho que fue consentido por Casado, y Teodoro García Egea (amigo de López Miras), a cambio de información del hermano de Ayuso. No obstante, Vox cobra y calla estoicamente. Y en compensación, en los gobiernos regionales y locales, donde está el PP, se les adjudica a Vox consejerías y concejalías inanes y se les otorga responsabilidades sorprendentes habida cuenta de la formación, no solo académica sino política de muchos de ellos. Hay cuanto hemos cambiado y que razón tiene el refrán: “una cosa es predicar y otra dar trigo”.
Pero hay algo que no cambia en la más derecha, y son las políticas anti-migratorias, con un enfoque restrictivo y punitivo, centrándose en la limitación de derechos y beneficios para los migrantes, en lugar de abogar por enfoques más inclusivos y orientados hacia la integración y trabajar internacionalmente contra las mafias, que son las auténticas beneficiadas. También adolecen de diferenciación entre tipos de Inmigración; como la económica, la humanitaria y la familiar. Un planteamiento más matizado podría abordar las distintas realidades y necesidades de los diferentes grupos de inmigrantes. Y para los que fomentan el miedo a los extranjeros habría que no olvidar que no delinque un migrante, delinque un delincuente.
Así mismo recordemos que el partido de Abascal y Antelo ha expresado su oposición a ciertos tratados y compromisos internacionales en materia de migración, como el Pacto Mundial para la Migración, además de que existe el evidente riesgo de fomentar la xenofobia al centrarse en la percepción negativa de los inmigrantes y promover la idea de que representan una amenaza para la sociedad.
¡Que pena! olvidamos la importancia que supone, los también migrantes de Hispanoamérica. A medida que avanzamos en el siglo XXI, la posibilidad de establecer una coalición económica entre España y los países hispanoamericanos ofrece una perspectiva prometedora, que pasa por ser un potencial de crecimiento económico importante, si la hubiera. No solo se basa en la historia compartida, sino en un desarrollo sostenible para todos que pasa por el fortalecimiento de la cooperación cultural y tecnológica.
Pero, en fin, este tema parece demasiado complicado para algunos, así que que se encarguen otros.