En una carta difundida a través de redes sociales, Luis Yáñez, exdiputado socialista, ha expresado duras críticas hacia Alfonso Guerra y Felipe González por su opinión sobre la gestión de Pedro Sánchez en relación a la amnistía durante la presentación del último libro de Guerra. Yáñez afirma: «No creo que su oposición a Sánchez se deba a la famosa amnistía, sino que surge de su propio amor herido».
Comenzando su mensaje a través de WhatsApp y redes sociales, Yáñez, un destacado líder histórico del PSOE de Andalucía, quien junto a Felipe González y Alfonso Guerra reconstruyó el partido durante la clandestinidad en la dictadura franquista, ha compartido este texto con su círculo más íntimo. "A mis 80 años, soy consciente de la única ventaja que conlleva esta edad: saber cómo uno se siente en este momento de la vida", escribe Yáñez. No me sorprendió ver por televisión a mis queridos amigos Felipe y Alfonso (81 y 83 años respectivamente), criticando a Pedro Sánchez durante la presentación de un libro de este último en el Ateneo de Madrid".
«Hace 60 años, los tres entramos en las juventudes socialistas y durante diez años formamos un trío inseparable en Sevilla. Organizamos al PSOE en Andalucía y nos rebelamos contra el inmovilismo de Llopis, el viejo secretario general», desvela el exdirigente. Además, relata cómo entre los tres «conseguimos convencer a la mayoría del entonces pequeño partido de la necesidad de un cambio profundo que reconectara al PSOE con la España real del tardofranquismo». La relación política entre Guerra, González y el propio Yáñez se cuajó de esta manera.
En la nota, Yáñez menciona a varios miembros históricos, como Nicolás Redondo, quien fue recientemente expulsado del PSOE, y el exministro de Justicia, Enrique Múgica. El socialista expresa: "Contamos con Nicolás Redondo, Enrique Múgica, Carmen García Bloise, los hermanos Martínez Cobo y sobre todo de Ramón Rubiales, entre otros".
Yáñez revela que nuestras diferencias políticas surgieron cuando apoyé a Josep Borrell en las primarias de 1997, lo cual resultó en la derrota de Almunia, a quien Felipe apoyaba. Fue en ese momento que me di cuenta de que mi amigo Felipe estaba perdiendo el sentido de la realidad española. Esta tendencia se intensificó aún más años después cuando no apoyó a Rodríguez Zapatero y se hizo aún más evidente cuando Pedro Sánchez emergió y tanto Felipe como Alfonso apoyaron públicamente a Susana Díaz.
Según Yáñez, la oposición de Guerra y González hacia Sánchez no se debe a "la famosa amnistía", sino que surge de su propio orgullo herido. "No creo que su oposición a Sánchez sea por la famosa amnistía. Conozco bien la posición de ambos ex líderes, insisto, surge de su propio orgullo herido, de no ser ellos quienes protagonicen este momento crucial, de no ser consultados por Pedro, de no resignarse al paso del tiempo...", concluye.
"El peligro no radica en una traición a la transición ni en la amenaza a la democracia, sino en la necesidad de dejar de lado nuestros egos y aceptar que nuestro tiempo ha pasado. Felipe debería reflexionar sobre los precedentes del referéndum de la OTAN y otros momentos clave de nuestra historia política. El verdadero riesgo político para España se encuentra en la cada vez mayor adhesión del PP a las posturas de Vox. Esa es la verdadera amenaza y no otra", señala el líder histórico del PSOE en su carta.
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