El Servicio de Teleasistencia de la Junta de Andalucía ha sido siempre muy bien valorado por sus personas usuarias, las cuales han mostrado siempre un altísimo grado de satisfacción con la atención que recibían. No obstante la Junta lleva 4 años practicando una política de degradación del servicio que afecta ya gravemente a la atención que reciben las personas usuarias.
Actualmente, debido a la falta de personal y a la falta de recursos técnicos, las llamadas en espera se amontonan siendo imposible atenderlas en momentos que se repiten día sí y día también. 20 y 30 minutos de espera para ser atendido son normales cuando este servicio siempre ha tenido más de un 90% de sus llamadas atendidas en menos de 15 segundos.
Esta situación pone en riesgo la vida de las personas usuarias, ya que este servicio es de criticidad máxima dentro de los que presta la junta y gestiona la atención en situaciones de urgencia y emergencia.
Tras años de denuncia por parte de CGT la Junta ha mirado para otro lado demostrando que su verdadera intención es degradar la atención que se presta a nuestras personas mayores y dependientes y a sus familias.
Hacemos personalmente responsable de los daños que cualquier persona pueda sufrir derivados de la situación actual del servicio a los responsables políticos ya que a día de hoy no es posible garantizar la atención con un mínimo de calidad a las personas usuarias del servicio.
La atención se sostiene a día de hoy porque las personas que trabajan en este servicio se desviven cada día sufriendo estrés y malas condiciones laborales para seguir cuidando de los que más lo necesita. Pero eso ya no es suficiente, la plantilla de se encuentra extenuada tras haber sufrido una pandemia como personal esencial y tres años consecutivos de deterioro constante del servicio. La plantilla hay que resaltar que tiene las peores condiciones laborales de toda la Junta.
Las personas usuarias del servicio nos dicen muy frecuentemente que somos sus ángeles de la guarda. La Junta está matando al Ángel de la guarda. Aunque no faltan los actos propagandísticos que usan el servicio como escaparate por los políticos de turno, la realidad es que la calidad del servicio está muy mermada y ya no podemos garantizar la atención que necesitan y merecen las personas usuarias del mismo.
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