Las trastiendas no son para los desnudos

Desde los tiempos en que empezó a surgir la vida en este planeta,

todos los bichos vivos,han luchado unos con otros, alimentarse era la principal razón, aunque luego más tarde, con la evolución del ser humano, se inventó la logística y se creó la manera de mantener siempre unas reservas de mano barata que se encargase del aprovisionamiento.

Se dice a modo de conformidad para los que se llevan la peor parte en el reparto, que siempre ha habido diferencias, cuándo salvo errores de la genética, todos contamos con la misma morfología.

Está claro, que la unión, hace la fuerza en todas las situaciones, aunque termine degenerando en la pérdida de identidad individual convirtiendo en rebaño las iniciativas que no sirvan para alimentar el socorrido bien común.

Parecía que las leyes divinas y terrenales, junto con constituciones con aire más campechano y el mantenimiento de las cuatro necesidades básicas satisfechas

iban a servir para mantener controlada a la plebe, domesticada en el servilismo de las buenas costumbres y el dogma de que son los buenos y eso siempre acarrea la condescendencia.

Cuando el abuso tolerado se convierte en saqueo, se acentúan las diferencias sociales. El no, por el no, sin argumentos, ofrecer migajas para arreglar el hambre, lo único que se consigue, es acostumbrar al cuerpo a la escasez, pero se despiertan otros instintos aún más salvajes, la manada controlada se transforma en estampida,

el aire libertario se despierta, se convierte en una marea imparable en las que ya no hay razonamientos a las legalidades, que impida que corra buscando la salida, sea esta la correcta o no, es ya es lo menos importante.

. aplicar sistemas como es sembrar el miedo y la fuerzas públicas, son los principios básicos para sembrar deseos de desmembramiento y da la misma dosis de euforia dopaminica que la que liberaban los cristianos ante las fieras del circo.

Las leyes de la física dicen, que si un peso determinado se levanta entre dos fuerzas equivalentes, el peso se reparte, por lo que se reduce a la mitad, sin embargo esta afirmación no es válida, cuando uno de los dos sujetos está a un nivel más bajo que el otro.

La mayoría de las investigaciones científicas, van encaminadas, por un lado para tratar de encontrar un medio de eludir la muerte y por otro, de hacerla más efectiva, ambos dos, están supeditados a los intereses, no de la raza humana en general, si no de unos cuantos, qué no se resignan a que su reinado sea corto en el tiempo y escaso en extensión.