La capacidad de poder asombrarme es algo que puede superar todo lo que podía prever o creer haber conocido. En esta semana ha aparecido una noticia en el diario digital nuevodiario.es, referente a mi antigua empresa VEIASA en la que se denuncia la indignación de sus trabajadores por las actuaciones de la mutua contratada por la dirección de la empresa.
Voy a intentar, y digo intentar, porque sólo puedo hacer un esfuerzo, por profundizar en las actitudes que induce el Consejo de Administración, su Presidenta la Viceconsejera y por extensión el Gobierno del PP de Andalucía y una dirección de empresa de dudosa capacidad a actuar de ese modo.
También me asombra la inoperancia de unos sindicatos que han desaparecido de la escena y parecen haberse adherido a las directrices del Director General y abandonado a su suerte a sus representados.
El termino asombrar en su origen etimológico viene del prefijo “a” del sustantivo “sombra” y del sufijo flexivo “ar”, por lo que este vocablo indica: sobresalto, espanto, conmoción, miedo y pánico.
En cambio, para la filosofía (asombrar) es un sentimiento que ilumina la mente, permitiéndonos salir de nuestra sombra y esto a través de la observación y la contemplación de todo aquello que le rodea, permitiéndonos de este modo encontrar las respuestas a aquello que nos desconcierta. Por ello, Platón consideraba que el asombro era algo fundamental, esto fue retomado por Aristóteles, y más cercanos a nuestro tiempo por Heidegger y con otro termino distinto por el filósofo y lingüista Ludwig Wittgenstein que lo denomino “perplejidad”, que en realidad es la cara que me queda cuando leí estas barbaridades (utilización de la Mutua para perseguir a trabajadores enfermos).
Siguiendo esta línea, el psicólogo Carl Jung acuño el término “sombra” extraída del filósofo alemán Friedrich Nietzsche en su obra “El viajero y su sombra” Este arquetipo no representa sólo la personalidad oculta de un solo individuo, sino que también se encuentra presente en grupos de personas como por ejemplo en sectas, en algunos tipos de religiones incluso en partidos políticos o sindicatos, son organizaciones que en un momento dado, pueden sacar o visibilizar, esa sombra para justificar actos que no son éticos o morales, es decir, comportamientos mezquinos o como mejor lo calificarían en los carnavales de Cádiz “la ruindad de los mala sombra”.
Quiero ofrecer también la aportación de la filosofía de Oriente; los budistas dicen, que el ser humano es bueno por naturaleza, de modo, que esa sombra se encuentra compuesta por todo aquello que hemos aprendido y hemos ido integrando, por tanto, la sombra no es ni buena ni mala. Lo que sí identifica el budismo son las acciones afortunadas y desafortunadas, de modo que si se desea observar ese “lado oscuro” tendremos que aprender a ser observadores para poder detectar esas acciones perversas.
Fundamentado todo esto, puedo decir, sin querer ofender, que me imagino a esta empresa, figuradamente, a un cortejo de plañideras, donde el difunto es el conjunto de trabajadores, el cura que abre el séquito es la administración de la Junta con el Consejo de Administración, y como no, los adláteres, los monaguillos representados por los distintos sindicatos, con sus incensarios esparciendo solo humo.
Es la larga silueta de la sombra que lleva arrastrando una empresa que fue modelo de la Junta de Andalucía, y que, como otros servicios públicos se ha convertido en adlátere de Feijoo, que, de la precarización y la cuestionada gestión en distintos frentes, como la instrumentalización de salud en este caso, conducirá a la privatización final.
Y a pesar de todo, en mi corazón se encuentra la esperanza que en algún momento concreto todos nos levantemos de nuestra zona de confort y demos un puntapié a un sistema perverso y despiadado, como algunos trabajadores han hecho denunciando a través de Nuevodiario, la maniobra de la mutua, que por cierto nos llega, que ya ha tenido efecto.
Concluiré recordando que, “Hay un poderoso motor dentro de cada ser humano que, una vez liberado, puede hacer realidad cualquier visión, sueño o deseo” (Anthony Robbins, divulgador y entrenador coaching y PNL)
Si (
No(
