La ministra de Igualdad recibió una gran acogida al llenar el salón de actos de la facultad de Medicina de la Universidad Complutense, donde se llevarán a cabo varias mesas de debate con más de cien ponentes destacados.
En la primera mesa de discusión, Irene Montero fue acompañada por Hanna Sarkkinen, ministra de Asuntos Sociales y Salud de Finlandia; María Noel Vaeza, directora de ONU Mujeres para América y el Caribe; Gabriela Cerruti, portavoz de la Presidencia de Argentina y Helena Dalli, comisaria Europea para la Igualdad, quien envió un mensaje grabado previamente. Para finalizar el día, la activista y filósofa Judit Butler se conectó remotamente por videoconferencia.
Vaeza advirtió que hay que seguir luchando por los derechos y en contra de aquellos que no quieren que avancemos y nos quieren "en la cocina". Subrayó que aún hay mucho trabajo por hacer y recordó a las más de 4.000 mujeres asesinadas en América Latina el año pasado, sin haber denunciado la violencia que sufrían. Además, agregó que la pandemia nos ha hecho retroceder 18 años en la región.
Durante todas las presentaciones, la guerra en Ucrania estuvo presente. La argentina Cerruti fue quien más claramente habló de ello, afirmando que es necesario crear un mundo donde todos podamos vivir en paz. Ella destacó que lo que sucede a las mujeres en Ucrania y Rusia también tiene un impacto en el sur. El alza de los combustibles y alimentos tiene una repercusión directa en América Latina. "América Latina es maravillosa, pero es también el lugar más desigual del mundo", agregó.
La periodista Cerruti afirmó que el dinero destinado a la guerra podría salvar muchas vidas y que el movimiento feminista debería ser el encargado de promover la paz. También recordó cómo un grupo de mujeres y ancianas lograron meter a los dictadores argentinos en prisión, cuando nadie más se atrevía a salir a la calle. "Un grupo de mujeres con pañuelos blancos se reunieron en la Plaza de Mayo para hacer justicia", dijo. Y finalmente, concluyó con una frase inspiradora: "Lo importante es no estar nunca en la plaza equivocada".
Olga Rodríguez, la presentadora, dijo que había experimentado muchas guerras y que "nunca son los pueblos los que ganan", sino que "siempre pierden las mujeres". Según ella, "son ellas quienes tienen la responsabilidad de reconstruir el tejido social".
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