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'Situación de la mujer española en la sociedad de los siglos XVI y XVII', por Pedro Cuesta Escudero
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"Situación de la mujer española en la sociedad de los siglos XVI y XVII", por Pedro Cuesta Escudero

miércoles 22 de febrero de 2023, 11:37h
'Situación de la mujer española en la sociedad de los siglos XVI y XVII', por Pedro Cuesta Escudero
'Situación de la mujer española en la sociedad de los siglos XVI y XVII', por Pedro Cuesta Escudero
Este artículo está basado en la obra que ha escrito nuestro buen amigo MANZANO PÉREZ, Juan A. Cuando fuimos los mejores. Razones para la hispanofilia. Editada por Fundación Puerta de América.
'Situación de la mujer española en la sociedad de los siglos XVI y XVII', por Pedro Cuesta Escudero

Unos de los efectos buscados por los enemigos de la época imperial española (ingleses, holandeses, franceses…) es hacer desaparecer toda presencia femenina, con el objetivo de fomentar la imagen de los españoles como una raza de bárbaros y machistas, que iban a América con la idea de saquear sin escrúpulos, sólo preocupados por matar y robar el oro a los indígenas. Y muestran como contrapunto las idílicas imágenes de los puritanos ingleses confraternizando con los indios. Pero no dicen que en ningún momento que esos puritanos ingleses tuvieran la intención de mezclarse con los indios, ni de asimilarlos a su sociedad. Sólo dos opciones contemplaban para “el problema indio”: apartarlos, encerrándolos en territorios estériles (las famosas reservas indias) o eliminarlos, como hicieron sistemáticamente durante el siglo XIX. Y uno de los pilares para acabar pronto con dicho problema era privarles de su principal medio de alimentación: los bisontes. Con el objetivo de perjudicar a los sioux, los kiowa, los comanches… fue la sistemática matanza de bisontes. En el siglo XIX era corriente la aparición de miles de cadáveres putrefactos de bisontes en las llanuras del Oeste americano.

La Ilustración y el Racionalismo

La Reforma Protestante supuso una degradación de las mujeres, a pesar de su proclamación por defenderlas frente al sentido patriarcal del Catolicismo. “No hay manto ni saya que peor siente a la mujer que querer ser sabia", decía Martín Lutero. También es de Lutero "Dios creó a Adán dueño y señor de todas las criaturas, pero Eva lo estropeó todo." John Knox, discípulo de Calvino, proclamó en 1558 lo que era básico en el pensamiento de la Reforma. ”Promover a la mujer…repugna a la naturaleza, insulta a Dios, es algo de lo más contrario a su voluntad revelada… es la subversión del buen orden. La mujer, en su mayor perfección, fue hecha para servir y obedecer al hombre, como razonaba San Pablo con estas palabras: El hombre no es de la mujer, sino la mujer del hombre”.

Tanto la Ilustración como el Racionalismo, que tanto hicieron por el desarrollo cultural, científico y filosófico en el siglo XVIII, también son responsables, sin embargo, de la consideración de la mujer como un ser inferior e, incluso, se le retira el derecho a la ciudadanía. Por ejemplo Jean-Jacques Rousseau, el padre teórico de la igualdad, excluye a las mujeres: “La mujer debe ser pasiva y débil. Las mujeres están hechas especialmente para complacer al hombre”. “La perversidad y la malicia de las mujeres es el agravante de su propio infortunio y la mala conducta de sus maridos”. “La educación de las mujeres siempre debe ser relativa a las hombres: agradarnos, sernos de utilidad, hacernos amarlas y estimarlas, educarnos cuando somos jóvenes y cuidarnos cuando somos adultos, aconsejarnos, consolarnos, hacer nuestras vidas fáciles y agradables”. “El hombre y la mujer no deben tener una constitución semejante de temperamento y carácter, no deben educarse de la misma manera”.

Del gran filósofo prusiano de la Ilustración Immanuel Kant es la siguiente frase: “La virtud de la mujer es ser bella; la de los hombres, ser noble”. Para Hegel, las mujeres “no están hechas para las ciencias más elevadas”, Auguste Comte habló de la “debilidad intrínseca de su raciocinio” y Fichte afirmó que “en el matrimonio, la mujer expresa libremente su voluntad de ser anulada ante el Estado por amor al marido”.

Voltaire se expresa así:” Han existido mujeres sabias, como han existido mujeres guerreras; pero nunca hubo mujeres inventoras. Han nacido para agradar y para ser el adorno de las sociedades, y parece que hayan sido creadas para suavizar las costumbres de los hombres”.” Una mujer amablemente estúpida es una bendición del cielo".

Nietzsche aseguraba que “cuando una mujer tiene inclinaciones doctas, de ordinario hay algo en su sexualidad que no marcha bien". "La mujer es un vulgar animal del que el hombre se ha formado un ideal demasiado bello" decía Flaubert.

Proudhon cree firmemente en la inferioridad intelectual y moral del sexo femenino respecto al masculino. “La mujer carece de genio, es antimetafísica, no sigue deducciones, no generaliza, no sintetiza”.

A partir de la entrada de los Borbones en España se instaura la Ley Sálica, por la cual se prohíbe reinar a las mujeres. Actualmente sigue en vigor en la mayor parte de las monarquías la prevalencia del varón sobre la mujer, incluso en nuestra Constitución de 1979. Se desposee y minusvalora el papel que la mujer debe jugar en la sociedad y en la cultura. Y, no solo eso, sino que se ocultan los logros que había realizado la mujer española los siglos anteriores en todos los ámbitos de la vida y de la cultura. Hay que rastrear los archivos para darnos cuenta de la valía y consideración de la mujer española en la cultura y en la sociedad española.

El reinado de Isabel la Católica

El simple hecho de que Isabel de Castilla y Juana la Beltraneja batallaran para conseguir la Corona de Castilla significa simplemente que las mujeres estaban capacitadas para reinar por si solas sin el soporte de ningún varón. Isabel la Católica fue una mujer de fuerte carácter que llevó a Castilla a su cumbre y fusionó al reino de Aragón con el propósito de restaurar la España visigoda. El famoso “tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando” era demasiado para Fernando, pues Isabel en todos los aspectos lo sobrepasa. Ganada la guerra a su sobrina, Isabel la Católica reorganiza el reino recuperando los muchos privilegios y concesiones que se había atribuido la nobleza, consiguiendo así la Corona de Castilla una fortaleza y una estabilidad que hacía tiempo no tenía. Concluyó la guerra contra los musulmanes conquistando para el reino de Castilla Granada. Planeó a través de acuerdos matrimoniales con sus hijos una enorme concentración de poder para sus herederos, sentando las bases para la posterior creación del Imperio español.

Fue su decisión y su determinación que Colom pudiera realizar su viaje a ultramar y que las tierras descubiertas se asignaran al reino de Castilla. Es por ello que América habla actualmente castellano. También fue decisión de Isabel la Católica que los nativos de América fueron considerados y tratados como sus demás súbditos. Es por ello que no consintió su esclavización y maltrato.

Consiguió con la unión territorial la formación de un cuerpo político único y un solo ejército. La reunión de distintos pueblos con sus propios fueros, leyes, lenguas y costumbres en una entidad superior que los aglutinara produjo un resultado superior a sus componentes, con un sistema fiscal eficiente que le llevó a sanear la hacienda pública, pudiendo incentivar la producción de ganado ovino, el comercio lanar y una incipiente industria textil.

Isabel la Católica promovió el papel de las mujeres de su reino

A través del testimonio de su ejemplo, Isabel la Católica promovió el papel de las mujeres en todos los órdenes de la vida. Se preocupó en estimular la presencia femenina en las artes y las letras a través de su Corte. El papel de la mujer y su promoción social conocen a partir del reinado de los Reyes Católicos un auge que se mantiene hasta la llegada de los Borbones, que es cuando sufre un fuerte deterioro que se conserva hasta fechas muy recientes. Por eso el imaginario colectivo actual no llega a entender ni da crédito a lo que reflejan los documentos que vamos descubriendo de aquellas épocas.

En el documento de la “Licencia para ir a Indias de Juan Ignacio Croquer de los Cameros”. leemos que “ese aspirante a cargador de Indias”, casado, que tenía que aportar la autorización de su mujer, firmada ante dos testigos que dieron fe que dicho consentimiento era prestado de buen grado, “sin atemoramiento por parte del esposo”. Se han cambiado los papeles, pues no hace muchos años, los que tenemos más edad lo vivimos, que la mujer casada necesitaba un salvoconducto del marido para poder tomar el tren. Este requisito de la autorización se estableció para obligar al comerciante a regresar a casa una vez finalizada la operación.. Debía depositar, además, una fianza de 200.000 maravedíes y un fiador con lo que se garantizaba que el comerciante volvería una vez terminados sus negocios en Indias a “hacer vida maridable”. Se ha encontrado un documento en el que la señora Catalina Núñez, casada con Francisco de Tejada, que le pide a la Corona que le preste ayuda para localizar a su marido, que marchó a Indias hacía más de veinte años y del que no tenían noticias. En la carta que Catalina envía al Rey le hace responsable de las penurias que está pasando por la ausencia de su marido. Era una situación que se producía muchas veces en el siglo XVI, hombres que cruzaban el Atlántico en busca de fortuna y al cabo de un tiempo olvidaban a su familia organizando otra en las Indias.

Otro documento interesante es un escrito presentado por María la Dorada, vecina de Orgiva en 1541, al Tribunal de la Inquisición de Granada reclamando que en el embargo de los bienes de su marido han incautado también los suyos. Como que el que había cometido el delito era su marido, exige que le devuelvan los bienes de su propiedad y los de su dote. El rastro documental nos indica que en multitud de casos similares es devuelto lo reclamado.

Se están localizando muchos documentos referentes a contratos, pagos o entrega de mercancías en los que esa actividad mercantil la desarrollan mujeres. Hallamos un caso considerable de imprentas que eran fundadas, explotadas y mantenidas por mujeres, no solo como profesionales de la impresión sino como empresarias. Ser impresor en aquella época implicaba, además de disponer de fondos y del empuje emprendedor necesario, el permiso de la Corona y la autorización de la Iglesia. Impresoras donde se publican todo tipo de libros, desde lo religioso a lo científico, pasando por lo cultural.

¿Cómo podía permitirse a una señora ser “Maestra de facer pólvora” como vemos en el documento Privilegio a Catalina Alfonso? En este documento vemos que se le concede una ración de 15 maravedíes diarios y quitación de 3.000 maravedíes anuales a Catalina Alfonso por desarrollar ese oficio tan importante para el esfuerzo militar de la Corona en 1497. Las quitaciones eran el pago que se hacía a los oficiales reales. Por lo tanto no cabe considerar a Catalina como un simple proveedor, había de ser Maestra de facer pólvora con conocimientos químicos para obtener la pólvora y conocimientos físicos de las piezas de artillería donde se iba a emplear. O sea que en la sociedad civil encontramos pruebas de que el papel de la mujer era mucho más importante de los que se nos ha hecho creer.

Sobre las mujeres y el acceso a la educación, podemos tomar como ejemplo a Luisa de Medrano, que sin ser religiosa llegó a dar clases en la universidad de Salamanca en 1508 en sustitución de Nebrija, con solo 24 años de edad. Aparece citado en el Cronicón de Pedro Torres, rector de la universidad de Salamanca donde alaba sus dotes intelectuales. O Francisca de Nebrija que ayudó a su padre a escribir la Gramática y llegó a sustituirlo en la Cátedra de Retórica de la universidad de Alcalá de Henares. La Retórica estaba reservada en aquella época solo a los varones pues se necesitaba para la política. Beatriz Galindo, La Latina, fue profesora de la reina Isabel la Católica y de sus hijos. Madrid le tiene dedicado un barrio. Ese apelativo de La Latina le viene por el dominio tan extraordinario que tenía del latín. Esta mujer laica y culta fue la que introdujo el Humanismo en España. Teresa de Cartagena fue la primera mujer que escribió sobre teología. Florencia Pinar, dama de compañía de la reina Isabel fue una poetisa que escribió poemas sobre el amor y el deseo y que fueron recopilados en El Cancionero General de 1511. Una mujer escribiendo sobre el deseo amoroso no casa mucho con la idea que tenemos sobre la represión de la sexualidad femenina que tenemos inculcada.

La lista de escritoras y poetisas es amplia, Isabel de Villena, Luisa Sigea, Isabel Vega, Olivia Sabuco, Juliana Morell, sin olvidarnos de Sor Juana Inés de la Cruz y de Santa Teresa de Jesús, que se atreven con temas teológicos, comedias, sátiras, diversos temas mundanos e incluso el amor terrenal.

Con ocasión de la conquista de Méjico vemos que aparecen en las crónicas a un grupo de mujeres que llegaron con Pánfilo Narváez y se integran en el ejército de Cortés para realizar diversos quehaceres y, además, como soldados. Cabe que citemos a Beatriz Bermúdez de Velasco, que durante el asedio a Tenoschtitlan y ante un conato de abandono del campo de batalla por parte de los españoles y aliados indígenas, realizó una proclama evitando la desbandada.

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