El Tribunal Militar Territorial Segundo comenzará a juzgar desde este martes al sargento acusado de la muerte de Alejandro Jiménez, el legionario de 22 años que perdió la vida el 25 de marzo de 2019 durante un ejercicio de adiestramiento con armas reales en Agost (Alicante). También se enfrentarán a los otros tres militares que, según se afirma, encubrieron el hecho.El Tribunal Militar Territorial Segundo comenzará a juzgar el martes al sargento acusado del fallecimiento de Alejandro Jiménez, un legionario de 22 años que murió tras un disparo durante un entrenamiento con armas reales en Agost (Alicante). Además, otros tres militares están siendo investigados por encubrimiento.

Fuentes judiciales han informado que el tribunal de Sevilla celebrará sesiones entre el 14 y el 16 de febrero para las declaraciones de los procesados. Del 21 al 23 de febrero se desarrollarán las periciales propuestas por las partes, y entre el 14 y el 23 de marzo declararán los testigos y se realizarán las conclusiones.

De acuerdo con el documento de acusación provisional del fiscal, según el cual EFE tuvo acceso, el sargento imputado dio la orden de alto el fuego y reconocimiento a los blancos cuando el pelotón estaba a una distancia de unos 20 metros. Dos legionarios se acercaron para identificarlos y informaron que habían "blancos abatidos".

El sargento, supuestamente, gritó: "¡Enemigo al frente, en la ladera de la montaña, a las doce en punto!" Esta orden no estaba prevista en el ejercicio ni había sido informada al pelotón, y además contradice las instrucciones dadas anteriormente por un teniente.

El fiscal explicó que el suboficial añadió un objetivo mientras se desarrollaba el ejercicio, con la intención de aumentar el uso de munición ya que había consumido menos de lo previsto debido a la velocidad con la que se completó.

Los dos soldados más avanzados escalaron la muralla mientras disparaban "boca abajo" y "en poco tiempo", el afectado se unió a ellos, subiendo por la cima y colocándose en el lado izquierdo. Después, boca abajo, disparó junto con los otros.

Uno de los disparos del sargento, desde una distancia de 12,50 metros, impactó en la víctima que estaba revisando su arma después de usar toda la munición.

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El fiscal afirmó que el proyectil impactó en la parte trasera del fusil y posteriormente en el cuerpo del legionario, causándole una herida grave que provocó un hemotórax y perforación de ambos pulmones, entre otras lesiones, lo cual le causó la muerte.

El fiscal acusa al sargento por supuestos hechos de un delito que afecta la eficiencia del servicio, dos delitos de abuso de autoridad y un delito de obstrucción a la justicia, por los que solicita una pena total de 7 años, 5 meses y 15 días de prisión.

Se acusa a un capitán de haber inventado un plan para ocultar los hechos, por lo que se le imputa una falta de lealtad, encubrimiento y desobediencia. Se solicitan cuatro años y medio de prisión como castigo.

Un teniente es acusado de ser coautor de los delitos de deslealtad y contra la eficacia en el servicio que se le atribuyen al sargento. Se reclama una sentencia de cuatro años y medio de prisión para él.

Un segundo teniente fue acusado de deslealtad y de no cumplir una orden recibida, por lo que se solicitó dos años y medio de prisión para él.