Por el cielo va la luna con Alba Reche de la mano

Andaba la luna llena de Andalucía misteriosa, revuelta y tristona el primer fin de semana de febrero, con su “polisón de nardos” con el que Lorca la vistió a medias en su conmovedor “Romance de la luna, luna”, dispuesta a superar su tristeza y esperando cabizbaja, una más en la cola, para iluminar los dos conciertos que Alba Reche dio en Málaga y Almería como parte de su gira Honestamente Triste Tour.

“Hoy estoy azul

me acordé de ti

y si no estás tú

no sé a dónde ir”

Poco o nada tal vez sabría esa luna, luna de nieve que se le llama a la luna llena de febrero, de la música de Alba Reche y de su Honestamente triste, el Ep que la ilicitana está sacando de paseo por media España en el que la cantautora de arrulladora voz entrecortada y melena bicolor juega y maneja a su antojo sentimientos y emociones como la tristeza, la alegría, la autoafirmación, el miedo, la ternura o… el desamor.

“Tus manos me soltaron con la fuerza de quien quiere dejar de

formar parte de mi”

Había pues que explicarle a aquella lunática presencia, que para el poeta simbolizaba nada menos que la muerte del niño gitano “que la mira mira, que la está mirando”, a qué clase de suerte se iba a enfrentar esa noche para que bajara sus humos y dejara de mostrarnos sus “senos de duro estaño”. Porque aquí no guapa, a un concierto de Alba Reche no se viene, que lo sepas, a buscar pelea, olvídate, sino a superar tristezas y sinsabores y a disfrutar de lo lindo. ¿Estamos?

“Mi madre me dice “no cambies tu andar”,

la vida es muy corta pa’ verla pasar”

Pues venga. A la lunática pregunta de quién coño es Alba Reche, que todavía hay quien está literalmente en la luna, propongámosle a la susodicha referencias más que conocidas para que le quede bien clarito: introduzcamos en una coctelera la calidad y calidez vocal de Nina (Morgan), la fresca rebeldía de Rigoberta Bandini, la potente autenticidad de Eva Amaral, la conciencia social de Rozalén, la infinita sensibilidad de Luz Casal, añádanse (seamos generosos aquí) consistentes dosis de honestidad, sinceridad, ternura y fuerte personalidad, agítese bien fuerte y… ¡voilà! Arréele usted, bella y enigmática luna, un buen trago al brebaje resultante - purita Alba Reche - a ver qué pasa.

“Si fuera sincera

¿y si fuera sincera?”

Y pasó lo que tenía que pasar. Lo que viene sucediendo en toda la gira del Honestamente Triste Tour que Alba Reche ha llevado ya por media España: que la ilicitana se marcó dos conciertos de esos que hacen del corazón “collares y anillos blancos”, que diría Federico, metiéndose una vez más al público andaluz, y a la lorquiana luna de paso, en el bolsillo.

“Me costó mucho quererme aunque llevase la razón

pero me parece honesto decir

que esa también fui yo”

Superado entonces ya cualquier atisbo de tristeza y desconfianza, y tras esa generosa costumbre que tiene Alba Reche de - no contenta con todo lo que ofrece encima del escenario - dejarse ver, saludar, conversar y fotografiar con su público al finalizar sus conciertos, algo más debió de decirle o cantarle al oído la Reche entre selfi y selfi a la dama del “blancor almidonado”, porque antes de que llegara el alba, más feliz que una perdiz, “por el cielo iba la luna, con Alba Reche de la mano”.

Mariano Velasco