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LOS DERECHOS DE LAS MUJERES NO ESTAN A LA VENTA, por Rosario Segura Pérez-Muelas

LOS DERECHOS DE LAS MUJERES NO ESTAN A LA VENTA, por Rosario Segura Pérez-Muelas
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martes 24 de mayo de 2022, 08:22h
LOS DERECHOS DE LAS MUJERES NO ESTAN A LA VENTA, por Rosario Segura Pérez-Muelas

Hay quienes consideran que la prostitución es un trabajo más y su legalización supondría tener derechos y una protección laboral, sin embargo, parte del gobierno estima que la venta del cuerpo va contra su dignidad, y otra parte apela a la libertad de venderlo voluntariamente.

La realidad pone de manifiesto que en el sector de la prostitución domina abrumadoramente la trata y explotación sexual, sobre todo de las mujeres que criminológicamente son más vulnerables. Dar cobertura legal a esta acción, es normalizar una actividad degradante que da alas a la explotación sexual.

Si la prostitución llegara a un puerto legal no sería raro presenciar anuncios como los que se publicitaron en la provincia de Jaén, en el que se premiaba a la chica que más hombres se tirara. Este tipo de anuncios si no levantara protestas, sería muy preocupante ya que es como asentir, que las mujeres renunciamos a nuestros derechos de la sexualidad deseada, en favor de los requerimientos de los hombres, es decir el deseo de la mujer ya no cuenta, “el solo si es si y no es no” pierde su significado, quedando en segundo lugar la libertad, al primar el mercantilismo y el sometimiento al que paga.

En la sociedad machista en la que vivimos disfrazada de liberalismos, en el fondo hay una idea de que la sexualidad de la mujer está al servicio de los demandantes , de manera que no se trata de si hay deseo sexual o no, si no de estar disponible cuando se le requiera. Esto supone un empoderamiento de los hombres en la mayoría de las veces y legitima que las mujeres tenemos que ser aptas en cualquier momento y para cualquier cosa que les exijan.

Este hecho va radicalmente contra la relación sexual igualitaria, ya que no es deseada de la misma manera por las dos partes, que son palmariamente desiguales en estas condiciones. Es una manera de dar apta legal a una autorización que doblega a la voluntad previo pago.

Es evidente que la prostitución desnaturaliza este consentimiento sexual de las mujeres, ya que los derechos humanos de las mujeres no están a la venta, aunque haya un permiso mercantilista.

Conviene recordar que no hace tanto existía la esclavitud y era impensable su abolición justificando que, aunque la prohibieran siempre existiría de forma clandestina. Por esta misma razón se puede justificar que no se prohíba el robo ya que siempre habrá ladrones.

Actualmente nadie se plantea la compra de la libertad de una persona, aunque voluntariamente lo decida la esclavizada, porque los derechos humanos y su dignidad están fuera de rango del mercado.

Pero hay gente para todo, seguro que, si se le pregunta a Berlusconi por las esclavas sexuales que contrataban en sus fiestas, contestaría que les estaba haciendo un favor y ahora.. ¿a qué se van a dedicar?

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