Leí hace un año, un análisis realizado entre Universidad Politécnica de Cartagena, la Fundación Santo Domingo y la Cátedra del Colegio Oficial de Economistas, donde se analizaba el impacto socio cultural en la ciudad. Decía que la Semana Santa genera en Lorca 12 millones de euros en valor añadido y casi 300 empleos al año, pero además un gran volumen de beneficios sociales y culturales para la población. Indicaban, ente otras cuestiones, que de cada euro invertido tiene un retorno de 11 euros de producción y 6 euros de valor añadido.
La aportación a la cultura y al patrimonio local es inconmensurable. Aquí, la Pasión trasciende a las procesiones, esta forma excepcional y única de entender los pasajes bíblicos, hace los niños en Lorca, como pocos de otras ciudades, conozcan como si fuesen cuentos de Andersen, las historias de la Reina de Saba o la profetisa Débora, dónde reinaba Nabucodonosor o quién era la madre adoptiva de Moisés, la aguerrida Judith o séptima Cleopatra de la dinastía ptolomeica. Aquí, la calidad del bordado, que eleva dicho oficio de la artesanía al arte, es marca de identidad y singularidad, la puesta en escena con carros, caballerías, personajes bíblicos pasionales, hace que se convierta la carrera en el gran escenario de una ópera donde “las primas donas” sean los mantos bordados que portan personajes de bíblicos de leyenda.
Alrededor de todas esta Semana Santa, sea ha fomentado una circulo atrayente, y paralelamente a la misma, las exposiciones artísticas, con independencia de las propias de cada cofradía, van surgiendo atrayendo un turismo cultural que ya no es estacional, pues los museos propios de los pasos, tienen abiertos sus sedes todo el año, y el comercio se activa, y la restauración se beneficia.
Recuerden: aquí, la Semana Santa es cultura y economía. La Pasión genera beneficios.
¡Viva la Semana Santa de Lorca!
Si (
No(
