Nieves quiso poner fin a su existencia tras seis meses de acoso público y privado plagado de insultos, difamaciones y humillaciones, según ha contado su madre.
Todo empezó cuando aparecieron carteles por las calles del pueblo y hasta en los parabrisas de los coches con la foto de la joven con injurias y acusaciones y hasta anuncios en páginas de citas solicitando sexo con su número de teléfono.
Ni tan siquiera bastó que cambiara su número de teléfono para que la ola que había surgido parase por fin ya que que alguien, haciéndose pasar por ella, enviaba al ayuntamiento denuncias sobre falsos malos tratos por parte de sus padres.
De nnada sirvieron las denuncias que los padres pusieron puesto que la persona que se hacía pasar por ella seguía realizando a través de instagram proposiciones sexuales, amenazaba a otros diciendo que les iba a romper el coche, llevándose a efecto dichas amenazas cuya culpabilidad recaía en Nieves.
Los ataques de ansiedad hicieron el resto tal es así que le dijo a su madre: "Mamá, estoy cansada de vivir".
Días después Nieves ponía fin a su vida.
Ahora despues de tres denuncias y de su muerte la Guardia Civil investiga su suicidio por el ciberacoso sufrido en las redes y por la suplantación de identidad
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