La Concejala de Desarrollo Local, Isabel Casalduero, ha recordado que “se trataba de una histórica reivindicación vecinal, a la que, por fin, ha sido posible dar cumplimiento, y facilitar el tránsito de los vecinos y vecinas de esta zona, así como por los estudiantes de los institutos cercanos y que entrañaban una gran peligrosidad por la ausencia de un paso peatonal adecuado”.
Isabel Casalduero ha detallado que “desde el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Desarrollo Local, se ha procedido a la construcción de las aceras en esta zona del paso a nivel, previa demolición del vallado existente y de la torre metálica existente, que se encontraba sin servicio desde hace varios años”.
Casalduero Jódar ha añadido que “los trabajos también han incluido la prolongación del paso de agua de pluviales con un colector, así como la construcción de un imbornal de recogida de aguas. Además de la prolongación de las aceras, ya existentes en esta zona, a cada lado del paso 30 metros lineales, con una superficie total 140 m2. Donde se ha empleado el adoquín existente en la avenida, sobre solera de hormigón”.
La edil de Desarrollo Local ha indicado que “además gracias a la anticipación y la rápida gestión municipal estamos también a la espera de la autorización por parte de Adif, a nuestra petición realizada, para poder intervenir de manera similar al de la Alameda de Cervantes en otros cuatro pasos, situados en Camino Marín, Alameda de La Constitución, Ramón y Cajal y Fajardo Bravo”.
Isabel Casalduero ha explicado que “en esa misma fecha nos fue requerida por parte de ADIF la documentación complementaria, es decir la memoria, planos, justificación y calificación urbanística, que fue enviada y cuyos proyectos ya fueron encargados al Ingeniero Técnico Industrial, Juan Guillén”.
Por último, la concejala ha reiterado que “de manera que podamos seguir así atendiendo al compromiso de este equipo de Gobierno, con el Alcalde, Diego José Mateos al frente, conocedores de la importancia que tiene el acondicionamiento para el día a día de nuestros vecinos”.
El PP propone el acondicionamiento de los pasos peatonales sobre las vías del tren en las Alamedas de la Constitución, "Ramón y Cajal" y "Fajardo el Bravo"
El Concejal del PP Ángel Meca, ha propuesto que se lleve a término una actuación con carácter inmediato para proceder a la retirada de todos los elementos metálicos existentes en los pasos peatonales sobre las vías del tren en las Alamedas de la Constitución, Ramón y Cajal y Fajardo el Bravo, dentro de una intervención que incluya, además, la eliminación de todos los obstáculos existentes, tanto verticales, como horizontales, el balasto (piedras) e incluso las propias traviesas y raíles, que ya no volverán a prestar servicio nunca. Por aquí nunca van a volver a pasar trenes en superficie, por lo que sería absurdo que los elementos permanezcan afeando la ciudad por más tiempo.
El objetivo es acabar con la inseguridad e incomodidad que actualmente sufren los ciudadanos que tienen que atravesar estos pasos, en los que aún permanecen muchas estructuras que solicitamos que sean suprimidas, puesto que no cumplen con ninguna función y están abandonadas. “Hemos de subrayar” que estos pasos constituyen una vía de acceso especialmente concurrida por niños, que pasan a diario por ahí camino de los colegios “José Robles”, “San Fernando” y “San José”, en periodo lectivo, mientras que por las tardes, fines de semana y periodos de vacaciones, también lo hacen para disfrutar de los jardines del área de Las Alamedas y el parque pediatra “Diego Pallarés”.
Ángel Meca ha indicado que, ya que el Gobierno de Pedro Sánchez “nos ha quitado los trenes con el apoyo del alcalde, al menos podemos aprovechar esta pérdida para mejorar la configuración interna del casco urbano, con una intervención provisional, que mejore estos pasos desde hoy y hasta que se inicien las obras del soterramiento. Se trata de acabar con una frontera interna que hemos venido sufriendo en el casco urbano, una barrera en pleno centro, que durante décadas ha cercenado el crecimiento de la ciudad, y cuyos efectos ya podemos suprimir.
“Apostamos”, dice Meca, por la integración total de estos pasos en las calles en las que se encuentran, ya que no pueden seguir siendo vistos como un muro interior, sino que tienen que formar parte del propio entramado urbano. Estos pasos han impedido la unificación estética y urbana desde 1885, año en el que el tren llegó a Lorca por primera vez, y su mejora constituye una demanda social desde hace décadas
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