Debido a la presión que ejerce la República Popular China (RPCh) sobre la comunidad internacional, basada meramente en consideraciones políticas, a Taiwán solo se le permite la asistencia a las sesiones de la Conferencia de las Partes (COP26) de las citada cumbre como “observador de organización no gubernamental”, lo cual le deja un muy escaso margen para la participación.
Pese a ello, en los últimos años Taiwán ha trabajado activamente para adoptar sólidas y eficaces medidas para luchar contra el cambio climático y compartir con el resto del mundo el objetivo común de lograr cero emisiones netas de carbono para el año 2050, aumentando el uso del gas natural y reduciendo la dependencia del carbón.
Situado en una región altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, Taiwán lleva muchos años comprometido activamente en la formulación de políticas y mecanismos legales, investigación y desarrollo tecnológicos, innovación industrial y transformación social como respuesta a los desafíos del cambio climático.
Prueba de su compromiso con la lucha frente al cambio climático es que de 2016 a 2020 las instalaciones de energía renovable de Taiwán aumentaron más del cien por cien, y su capacidad de energía solar se incrementó en un 370 por ciento. En 2019, Taiwán puso en marcha el parque eólico Formosa 1, uno de los primeros parques eólicos marinos en la región de Asia Pacífico.
Asimismo, y teniendo en cuenta que la participación del sector privado es crucial para controlar el cambio climático, las grandes empresas tecnológicas de Taiwán, entre ellas la compañía Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), que ocupa el 54 por ciento del mercado mundial de chips, han establecido el compromiso de utilizar un cien por cien de energía renovable en 2050.
Reclamando la solidaridad de la comunidad internacional y apelando al coraje conjunto en la lucha contra la degradación medioambiental, Taiwán insta a la comunidad internacional para que, dejando atrás las consideraciones políticas derivadas de la presión de China, apoye una participación significativa, pragmática y profesional de la República de China (Taiwán) en la próxima y crucial cita de la COP26 en Glasgow.
Porque solo con la plena aportación de todas las partes implicadas, podremos lograr para nuestro planeta el futuro verde que merecen y esperan las generaciones venideras.